Washington . Dan Quayle, el ex vicepresidente de Estados Unidos más conocido por sus meteduras de pata que por sus logros, abandonó hoy sus sueños de alcanzar la Casa Blanca, incapaz de seguir la meteórica estela de George Bush.
Sin dinero para continuar su campaña, y sin posibilidades reales de lograr resultados que alimentaran sus débiles perspectivas, Quayle anunció hoy en Phoenix (Arizona) el final de su campaña para lograr la candidatura republicana a las elecciones del año 2000.
"Hay que asumir la realidad: llega un momento en el que hay que abandonar el escenario", dijo al anunciar su decisión Quayle, quien añadió que la situación de este año, con Bush en el camino de lograr un récord histórico de 100 millones de dólares para su campaña, "no tiene precedentes".
El ex vicepresidente durante el mandato de George Bush padre (1989-93) no ha logrado borrar el ridículo que hizo entonces en una escuela cuando deletreó incorrectamente la palabra "patata".
El abandono de Quayle, de 52 años, llegó, además, en el mismo día en que el senador John McCain anunció formalmente su decisión de buscar la candidatura republicana a la presidencia.
El dinero es la principal razón de la decisión de Qualye, quien sólo había conseguido recaudar 3,4 millones de dólares para su campaña en los seis primeros meses del año, frente a los 37 millones de Bush, quien desde entonces ha aumentado sus ingresos hasta los 52 millones.
En esas condiciones, Quayle había concentrado sus menguados recursos en la primera elección primaria, que se celebrará en Nueva Hampshire el próximo 8 de febrero.
Pero incluso si Quayle hubiera logrado una victoria en ese pequeño estado no hubiera tenido medios para afrontar la cascada de 18 elecciones primarias que llegan en los 30 días que siguen a la de Nueva Hampshire.
"No hay apenas tiempo para lograr los recursos para competir en estados como California, Nueva York, Ohio o Michigan", se lamentó.
El ex vicepresidente había intentado forjar una campaña de carácter conservador, apelando a los valores familiares, la lucha contra el aborto y una fuerte reducción de impuestos.
Si embargo, sus propuestas, víctimas del escaso éxito de su paso por la Vicepresidencia de EEUU, apenas lograron respaldo entre el electorado republicano, y Dan Quayle aparecía siempre muy por debajo de Bush en todos los sondeos.
El canto del cisne de su campaña fue una encuesta de la cadena "CNN", divulgada el pasado fin de semana, en la que Quayle aparecía en el segundo lugar de las preferencias de los votantes republicanos, pero con un 9 por ciento, frente al 53 por ciento de Bush.
Quayle se convierte así en el tercer aspirante republicano que abandona sus aspiraciones, después del congresista John Kasich y del ex gobernador Lamar Alexander.
Otro aspirante, el senador Bob Smith, abandonó el Partido Republicano para mantener viva su candidatura, un paso que también podría dar otro conservador, Pat Buchanan,
Sin embargo, al mismo tiempo que Quayle tiraba la toalla, el senador John McCain, anunciaba oficialmente su entrada en la arena electoral.
McCain, posiblemente el legislador más díscolo del Partido Republicano, es un héroe de la Guerra de Vietnam, cuyas propuestas se sitúan en una especie de tercera vía entre las tradicionales políticas de demócratas y republicanos.
En su anuncio de hoy, McCain insistió en el mensaje que le ha caracterizado: críticas al actual presidente, Bill Clinton, por la falta de ejemplo moral, pero también oposición frontal a la influencia de las grandes empresas en la política estadounidense por medio de los donativos a las campañas electorales.
"Hay que eliminar de la política el poder corruptor del dinero", afirmó el senador al anunciar su candidatura en Nashua (Nueva Hampshire).
Tras los anuncios de hoy, la lista de aspirantes a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano se ha reducido a ocho: Gary Bauer, Pat Buchanan, George W. Bush, Elizabeth Dole, Steve Forbes, Orrin Hatch, Alan Keyes y John McCain.
En el lado demócrata, el vicepresidente Al Gore y el ex senador Bill Bradley son los únicos aspirantes a la candidatura presidencial, con el primero amenazado de cerca por su rival, una antigua estrella del baloncesto profesional.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.