La Habana, 19 mar (EFE).- Un grupo de esposas de opositores cubanos encarcelados en la primavera de 2003 realizan hoy otra jornada de ayuno y oraciones pidiendo por la liberación de todos los presos políticos al cumplirse el segundo año de su encarcelamiento.
Más de quince mujeres, del grupo que se identifican como el movimiento de las "Damas de Blanco" por ir vestidas de ese color, se han reunido este sábado en el domicilio de Gisela Delgado, esposa de Héctor Palacios, uno de los 61 disidentes presos del llamado "Grupo de los 75", que aún permanecen en la cárcel.
Las mujeres iniciaron un ayuno a media mañana y este mediodía rezaron un rosario, el primero de los tres previstos para esta jornada, previa a su asistencia este domingo a misa en la iglesia habanera de Santa Rita, en la barriada de Miramar, a la que acuden regularmente cada domingo a pedir por la liberación de sus maridos.
Gisela dijo que le "preocupa mucho" el estado de salud de su marido, -condenado a 25 años de cárcel- quien está recluido en el hospital de la prisión "Combinado del Este" de La Habana desde noviembre pasado.
Giusela informó de que su marido padece de cálculos renales, cardiopatía, reforzamiento pulmonar, un problema circulatorio agudo y una persistente hipertensión arterial.
Refirió que lo visitó el jueves y "de ánimo no está mal, pero la presión se le mantiene descompensada. La salud de Héctor corre riesgo. Temo por la vida de mi marido porque su situación es bastante grave, está afectado sicológica y físicamente", señaló.
Delgado declaró que estas jornadas de vigilias, ayunos, plegarias y marchas que iniciaron la víspera "son la única alternativa que nos ha dejado el Gobierno y creo que es válido que las esposas de los presos protestemos".
En la vigilia, Dolia Leal leyó un llamamiento suscrito por su marido, Nelson Aguiar, y Mario Enrique Mayo, condenados a 13 y 20 años respectivamente, dirigido a la disidencia interna, el exilio, la intelectualidad y fuerzas progresistas del mundo.
El manifiesto define como "tsunami represivo" la ola de detenciones que llevó a la cárcel a 75 disidentes en Cuba entre el 18 y el 20 de marzo de 2003 y que en abril del mismo año fueron condenados a penas de hasta 28 años de cárcel acusados de conspirar con el Gobierno de EEUU y socavar los principios de la Revolución.
"Vivimos momentos en los que se impone el diálogo, la distensión y la reconciliación nacional, siempre desde perspectivas pacíficas sin asomo alguno de posiciones de fuerza ni mucho menos de actitudes violentas", subrayan.
Leal relató la situación actual de su marido, también recluido actualmente en el hospital del Combinado del Este, donde fue operado de una hernia gástrica y al que vio ayer tres meses después de su anterior visita.
"Me dieron una entrevista con el cirujano que lo operó, el subdirector del hospital y las autoridades. Nelson está mal pero dice que no se vuelve a operar allí, que quiere operarse con sus médicos masones como él, en el hospital que elija y conmigo a su lado", manifestó.
Para Leal, las "Damas de Blanco somos un frente unido que exigimos la libertad de todos los presos políticos, no sólo de los 75 sino de los más de 300 presos políticos que tiene Cuba y creo que es una actitud buena que hemos tomado todas".
"Nosotras lo hacemos pacíficamente, no gritamos, no llevamos pancartas y las Damas de Blanco vamos a seguir caminando por la Quinta Avenida" habanera, afirmó.
El año pasado fueron excarcelados por motivos de salud 14 integrantes del grupo de los 75 con una licencia extra-penal, entre ellos, los opositores Oscar Espinosa, Martha Beatriz Roque y el poeta Raúl Rivero. EFE
rmo/emr