Para muchos el tanque séptico es un mal necesario con el que irremediablemente se debe convivir en el hogar. Esta fobia que sufren la mayoría de personas, hace que se olviden de su mantenimiento preventivo y solo se acuerdan cuando es demasiado tarde y ya son muy evidentes las consecuencias que esto produce.
Cuando las aguas negras se desbordan, el servicio sanitario no sirve y los desagradables malos olores llegan, los habitantes de la casa pegan el grito al cielo y se acuerdan de qué tan importante es el adecuado funcionamiento de un tanque séptico.
Por ello, lo primero que recomiendan los expertos es perderle el miedo a este inquilino de la casa y, segundo, entender su funcionamiento. Después de eso, los pasos a seguir son sencillos y hay profesionales que se encargarán de ayudarle en esta tarea.
Su limpieza
La eficiencia de un tanque séptico depende exclusivamente de su mantenimiento, señaló Enrico Brusó de Tanque Diez. Por ello, en estos casos es mejor prevenir que curar explica.
Según Brusó los tanques tienen una entrada por donde ingresan los excrementos y las aguas negras. La idea es que dentro del tanque los sólidos sedimentales caigan al suelo. El exceso de líquidos sale para ser absorbido por un drenaje.
Si usted no limpia con frecuencia estos sistemas, el exceso de sedimentos sale al drenaje, colapsándolo por completo. Muchas personas piensan que es el tanque séptico el que deja de funcionar, cuando en realidad el problema se concentra en el drenaje, el cual se vuelve impermeable (ya no absorbe los líquidos), impidiendo el adecuado funcionamiento del sistema detalló Brusó.
Además de la limpieza, necesitará de otros profesionales y más dinero para arreglar el drenaje, señaló Eduardo Montero de El Sani-Tico. Inclusive, algunos profesionales recomiendan hacer un nuevo drenaje si hay suficiente terreno, ya que su limpieza suele ser igual de cara.
Otros problemas surgen porque se taquean o se dañan las tuberías que llevan todos estos desechos al tanque, lo que suele ser más fácil de arreglar.
Para Montero es necesario limpiar estos sistemas por lo menos cada dos años, aunque hay otros profesionales, como Brusó, que consideran que su mantenimiento debe ser cada año.
Hay problemas
Un tanque séptico en mal estado, presenta ciertos síntomas que son imposibles de ignorar. El mal olor que expiden las tuberías es el más común. En el peor de los casos, afirma Montero, las aguas negras se desbordan por la tapa del tanque séptico.
También es usual, agrega, que el servicio sanitario no funcione, e inclusive, observar como algunos de estos líquidos se devuelvan, lo que genera grandes incomodidades. Por último, hay que tener especial cuidado si ve y escucha burbujeos en el inodoro.
Empero, puede suceder que, cuando se construyó la casa, el maestro de obras instaló un tanque séptico muy pequeño para el número de personas que habitan el inmueble. Esto provoca que se sature con frecuencia y se necesita de ayuda profesional para cambiarlo.