Si su jefe es un hombre carismático, educado, cortés y carrerista ¡tenga mucho cuidado! quizá detrás de esa personalidad exitosa se oculta un verdadero psicópata: tal es la recomendación de un foro de psicólogos reunidos esta semana en Estocolmo.
Investigaciones recientes han demostrado que no todos los psicópatas son potenciales asesinos o violentos agresores. La mayoría de ellos tienen un trabajo normal y algunos ocupan altos puestos jerárquicos en sus empresas.
Su carisma y su ambición son considerados a menudo erradamente como signos del éxito profesional, y no como síntomas de psicopatía, según el doctor Paul Babiak, psicólogo especializado en psicología del trabajo, ante el EuroScience Open Fórum de Estocolmo.
“Los psicópatas tienen tendencia a ser encantadores, poseen una gran autoestima y les gusta el dinero, el poder y el sexo. Puesto que pueden ser grandilocuentes, usted cree que tienen grandes miras y que pueden dirigir una organización, pero un psicópata engaña”, dijo.
La cantidad de psicópatas activos en las empresas va a aumentar sin duda en los próximos años, ya que ellos prosperan en las organizaciones dinámicas de la sociedad contemporánea, en las que pueden esperar un rápido ascenso, estima el especialista.
Un psicópata típico no manifiesta en general ningún remordimiento ni siente las emociones como las personas estables. “Mientras que un psicópata no tendrá ningún escrúpulo en cerrar una fábrica, un verdadero dirigente se sentirá mal de echar a todo el mundo”, agrega.