La Habana, 6 mar (EFE).- Cuba lamentó hoy la muerte de la dirigente comunista chilena Gladys Marín, al considerar que con ella "pierde una firme compañera de luchas y un fuerte baluarte de consecuente solidaridad".
Una nota divulgada por la televisión estatal y la Agencia de Información Nacional (AIN) destaca la "fructífera vida" de la presidenta del Partido Comunista de Chile, que "la mantuvo activa incluso hasta los meses finales, cuando luchaba sin claudicar ante la grave e irreversible enfermedad que la afectaba".
La dirigente había sido operada en octubre de 2003 en Suecia de un cáncer cerebral, y luego siguió un largo proceso de tratamiento y recuperación en Cuba, donde se le sometió a otra operación para eliminarle tejidos necrosados y se le detectó un tumor nuevo y más agresivo.
"Con su desaparición física, Chile pierde a una de sus hijas más ilustres y el movimiento revolucionario latinoamericano una de sus figuras más admirables y queridas", dijo la nota.
También recuerda su trayectoria política desde que, con 16 años de edad, inició su actividad dirigente en las filas estudiantiles y de la Juventud Comunista de su país, hasta su muerte hoy en Santiago de Chile, a los 63 años.
Agrega que Marín acumuló "méritos históricos" más que suficientes como para que el Consejo de Estado cubano le confiriera en marzo del pasado año la Orden José Martí, "la más alta y honrosa distinción que otorga la nación cubana".
"Su legado -afirma- nos acompañará en las largas jornadas de lucha y victoria que tiene por delante el movimiento revolucionario popular y antiimperialista".
Asegura que "fiel a la causa a la que consagró su vida, se mantuvo incansable hasta que le permitieron sus fuerzas en la lucha por la justicia y reivindicación de las víctimas de la dictadura" de Augusto Pinochet (1973-1990).
Marín fue la primera que presentó, el 12 de enero de 1998, una querella contra el ex dictador, por delitos de genocidio, secuestro, asociación ilícita e inhumación ilegal.
La nota resalta que Marín fue "una activa participante en las luchas de los movimientos políticos y sociales anti-neoliberales y en los procesos de construcción de la unidad que se desarrollan en América Latina y en el mundo".
El 14 de febrero, cuando la dirigente comunista se encontraba ya en un estado de gravedad que auguraba su fallecimiento, el presidente de la Asamblea Nacional (parlamento), Ricardo Alarcón, dijo que si fallecía, Cuba enviaría una delegación a Chile para asistir a sus funerales.
"La muerte de Gladys Marín sería una pérdida terrible, no sólo para los comunistas, sino para toda la gente que confía y cree que un mundo mejor es posible", declaró entonces Alarcón a la prensa.
La televisión estatal cubana ha dedicado hoy un amplio espacio de su informativo a recordar a Marín, quien pasó largas temporadas en la isla durante el último año y medio.EFE
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