Por años he insistido en los cuidados personales más importantes para mantenerse saludable.
Hoy quiero repasar los cuatro que aseguran un cuerpo saludable: aire , que significa respirar con amplitud y libertad porque cuidamos que nuestras fosas nasales estén permeables y de allí todas las vías por donde pasa el aire hasta los pulmones y, además, que nos habituemos a respirar profunda y pausadamente para que nuestro corazón se mantenga fuerte, la mente alerta y las emociones en calma; agua , es decir, que hemos de cuidar que nuestros tejidos estén bien hidratados manteniendo una correcta ingesta de líquido que, en términos generales, es apropiada si nuestra orina se mantiene clara y transparente; alimento , que ha de combinar todos los colores para asegurar que ingerimos variados minerales, ha de ser principalmente vegetariana, fresca y libre de contaminantes peligrosos como son muchos de los insecticidas y agroquímicos; y ejercicio , caminar a paso rápido como la forma más natural para nosotros, seres humanos. Hemos de dedicar tiempo, interés y atención, y ser constantes y perseverantes.
Así como la enfermedad se combate con medicinas, la salud solo se construye con hábitos saludables.
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