Crimen Imperdonable (In the bedroom) EE.UU, 2001, 130 minutos Dirección: Todd Field. Guión: Rob Festinger y Todd Field (basado en una historia de Andre Dubus) Interpretación: Sissy Spacek, Tom Wilkinson, Nick Stahl, Marisa Tomei, William Mapother
Este año el Oscar tuvo como candidatos algunas películas y directores, consagrados o noveles, que apostaron desde distintas perspectivas por temas interesantes y puestas en escena relativamente excéntricas en el actual panorama del cine norteamericano. Así, filmes como Gosford Park , de Robert Altman; Mullohand Drive, de David Lynch; Mounsters Ball , de Marc Forster; o In the Bedroom , de Todd Field, a pesar de ser muy diferentes en intenciones y propuestas estéticas, confluyeron quizás en un espacio común: la apuesta por un cine más intimista y la inmersión en diversas problemáticas humanas.
En el caso de In the Bedroom (premiada en el Festival de cine independiente de Sundance) su director prefirió articularla como un drama sutil y acallado, a través de una lenta narración que casi nunca explota lo exterior y evidente de los conflictos entre personajes. Se concentra más bien en los resortes internos de todos esos dilemas.
Basado en el relato Killigs (1991), del escritor Andre Dubus, In the bedroom conforma su trama a partir de las secuelas que, para unos padres, tiene un hecho trágico e inesperado: el asesinato de su hijo.
Esta trama se desarrolla en un tranquilo poblado de Maine, Nueva Inglaterra, donde un adolescente Frank- establece una relación amorosa con una mujer joven (Natalie), mayor que él y con dos hijos.
Sin embargo, el conflicto que desata la tragedia lo provoca el exesposo de Natalie, Richard, quien tiene celos de esa relación y quiere a toda costa volver con la madre de sus hijos.
Ahora bien, lo que sucede después de ese momento climático de asesinato, es lo más importante del filme. Luego asistimos poco a poco al latente aunque lacerante dolor y vacío que van sintiendo esos padres por la traumática pérdida de su hijo. A esto se añade la postergación y dificultad para condenar al asesino, por pequeños detalles o subterfugios legales, que termina por ahondar un dolor y una impotencia que casi nunca se expresan abiertamente.
Ahora bien, lo más interesante de esta trama no es la historia en sí, sino el modo en que su director va delineando una intensa aunque sutil dramaturgia, que no explota en ningún momento el efectismo melodramático o la lágrima fácil. Más bien, ahonda en la difícil situación de desencuentros y silencios de estos dos padres que no aceptan haber perdido a su hijo.
Para ello, In the Bedroom recurre a un conjunto de elementos que van articulando una sólida (aunque morosa) puesta en escena: tanto en la interacción de sus personajes protagónicos y secundarios (Sissy Spacek, Tom Wilkinson y Marisa Tomei; todos nominados al Oscar), como en la precisa aunque discreta utilización de la fotografía, el montaje y la banda sonora.
Entonces, a pesar de la cuestionable salida de venganza y "justicia" propia que ofrece este filme, lo más loable de su propuesta resulta justamente la ambigua y compleja reflexión sobre los modos de reaccionar y la naturaleza interna de los conflictos que provoca un suceso trágico como éste.