Moscú. Las autoridades rusas manifestaron hoy su casi total certeza de que el avión de pasajeros Tu-154 que el jueves pasado estalló en vuelo sobre el mar Negro fue abatido por un misil S-200 tierra-aire lanzado por la defensa antiaérea de Ucrania.
Una fuente oficial rusa citada por la agencia Itar-Tass indicó que Moscú espera que Ucrania adopte "una decisión difícil, pero la única acertada: admitir su responsabilidad en la catástrofe aérea", que le costó la vida a 78 personas.
"Las pruebas directas e indirectas de que el Tu-154 fue destruido por error por un misil S-200 se incrementan cada día que pasa", una conclusión a la que llegan "no sólo expertos rusos, sino también israelíes" que participan en la investigación, añadió la fuente.
El siniestro del avión de pasajeros, un Tu-154 de la compañía rusa Sibir que cumplía el vuelo 1812 entre Tel Aviv y la ciudad siberiana de Novosibirsk, coincidió con unos ejercicios militares ucranianos con prácticas de lanzamiento de misiles en la península de Crimea.
El mariscal Yevgueni Sháposhnikov, miembro de la comisión gubernamental rusa que investiga el accidente, aseguró hoy que fragmentos metálicos recuperados del mar "son muy parecidos" a los elementos de un misil S-200.
"Pertenecen a un modelo de cohete antiguo", dijo, al recalcar que sus palabras son una declaración a título personal y no una conclusión de la comisión investigadora.
No obstante, el mariscal ruso adelantó que las declaraciones de los militares ucranianos de que uno de 23 los cohetes disparados durante los ejercicios se destruyó a sí mismo "no pueden ser comprobadas con medios de control objetivo".
Una estación de radar rusa en la costa del mar Negro detectó "un objeto que volaba en dirección a la nave de pasajeros", según Tatiana Anodina, presidenta del grupo técnico adjunto a la comisión investigadora.
"Hay fundamentos serios para suponer que entre los fragmentos del avión que hemos analizado hay esquirlas de un cohete S-200", dijo a la agencia Interfax en condiciones de anonimato uno de los especialistas que participa en los peritajes.
Otros expertos indicaron que los misteriosos agujeros que presentan los restos de fuselaje y algunos elementos del avión fueron causados, con un alto grado de probabilidad, por la metralla de una carga de misil S-200.
Explicaron que este tipo de cohetes, capaces de abatir blancos entre 300 y 35.000 metros de altura y en un radio de 300 kilómetros, está diseñado para estallar cuando de acerca su objetivo, al que destruye con su metralla, 10.000 bolas de acero.
El presidente de Ucrania, Leonid Kuchma, que en el pasado dirigió la fábrica de cohetes estratégicos Yushmah, afirmó ayer que era "técnicamente imposible" que un misil hubiera impactado en el Tu-154, pero acto seguido admitió que "todo es posible en la vida".
Más categórico en negar la responsabilidad de Ucrania en el trágico accidente fue el comandante en jefe de la Defensa Antiaérea de ese país, general Vladimir Tkachov.
Según el militar, "todos los datos de control objetivo de que dispone la parte ucraniana indican que la Defensa Antiaérea del país no está involucrada en la catástrofe del Tu-154".
Tkachov dijo que de los 23 misiles S-200 disparados durante las maniobras en Crimea 21 dieron en los blancos previstos, uno de los restantes se destruyó a sí mismo y el otro cayó en el mar en paracaídas.
"No conozco misiles tierra-aire que caigan en paracaídas", afirmó hoy Vladímir Svletlov, director general de la oficina de diseño Fakel, empresa del complejo militar industria de Rusia, al comentar las declaraciones del militar ucraniano.
Algunos medios informativos rusos apuntaron la posibilidad de que las causas de la catástrofe aérea pueda quedar para siempre en el misterio a fin de no enturbiar las relaciones entre Rusia y Ucrania.
El presidente ruso, Vladímir Putin, fue hoy categórico para rechazar esas versiones.
"Nadie debe dudar de que haremos todo lo posible por esclarecer las verdaderas causas de la tragedia acaecida con el avión ruso Tu-154 y de que haremos públicos estos documentos", enfatizó el número uno del Kremlin.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, Editora nacion.comFuente: agencias.