Como buen aficionado, Rafael Cedeño se encontraba frente al televisor, viendo un partido del Mundial de Futbol 1997, cuando una idea lo asaltó: crear un juego de mesa basado en ese deporte.
Su mente de matemático empezó entonces a inventar jugadas, estrategias y reglas; hasta que, poco más de un año después, logró terminar el juego Futbol en el tablero.
"No hace falta ser un profesional para hacer un juego así, y menos para jugarlo, porque es muy sencillo. Sin embargo, la matemática lo hace a uno muy analítico y lo ayuda a explotar su creatividad, y eso me sirvió para hacer un juego que resultó más interesante de lo que pensé al inicio", explica Cedeño, quien estudió en la Universidad de Costa Rica.
Según explica, también echó mano de sus conocimientos en ajedrez y tablero para crear su juego, el cual posee tres niveles de dificultad y permite que las personas le introduzcan nuevas variantes.
Puesto que el Ministerio de Educación Pública avaló su trabajo como un juego didáctico, Cedeño se ha encargado de enseñarlo a escolares y a sus propios alumnos en la Universidad Hispanoamericana. Su intención es que ellos se diviertan y, al mismo tiempo, desarrollen su capacidad intelectual.
"Por una cuestión cultural, los ticos pensamos que nosotros no podemos ser inventores y crear cosas nuevas, sino que debemos limitarnos a consumir lo que otros hacen. Con este juego, yo espero que tanto los niños como los adultos se arriesguen a probar su inventiva", manifiesta.
Además, afirma que también necesita librar otra lucha contra esa idiosincrasia: aunque su juego ya está protegido jurídicamente, aún no puede venderlo en forma masiva porque no cuenta con suficiente apoyo por parte de los compradores.
"El juego es bueno; pero, como lo hizo un tico, muchos lo menosprecian. Si fuera algo hecho en el extranjero, sí lo comprarían. Ojalá que eso cambie y que aprendamos a valorar la creatividad nacional", señala.