Nueva York, EFE . Siete países del Centro y del Sur de América aparecen entre los quince más expuestos a inundaciones, terremotos o ciclones, entre otros peligros naturales que causaron más de un cuarto de millón de muertos en 2004 en todo el mundo.
Costa Rica, Guatemala, Ecuador, Chile, El Salvador, Panamá y Nicaragua aparecen en la relación de países con más riesgo de sufrir las trágicas consecuencias de diferentes desastres, según un informe elaborado por el Banco Mundial (BM) y la Universidad de Columbia que se hizo público esta semana.
Científicos así como expertos en desarrollo y en gestión de desastres reclaman con insistencia que gobiernos y organismos internacionales se preparen para anticiparse a las catástrofes en lugar de volcar sus esfuerzos y recursos en reaccionar a ellas.
Eso implica un conocimiento más amplio y profundo de los riesgos que afrontan diversas zonas del planeta e incluir esa característica en las políticas que se aplican en los países más pobres o con precarios recursos, que sufren con mayor intensidad las tragedias.
Según Arthur Lerner-Lam, sismólogo del Instituto de la Tierra y coautor del informe "Natural Disaster Hotspots: A Global Risk Analysis", los grandes desastres suelen ocupar los titulares de la prensa mundial, pero supone una imagen incompleta de un panorama global más preocupante.
"Sólo en 2004, el mundo resultó sacudido por más de 600 desastres naturales, que ocasionaron pérdidas económicas por más de 145.000 millones de dólares y probablemente más de un cuarto de millón de muertes", señaló el científico para agregar que ambas cifras eran muy superiores a las de 2003.
Después de Taiwán, que los expertos identifican como el lugar más vulnerable, Costa Rica es el segundo país con más riesgo, si se atiende al porcentaje de territorio (36,8) y de población (41,1) que están expuestos a múltiples desastres naturales.
En la primera mitad de la lista aparecen también Guatemala, Ecuador y Chile, que podrían resultar afectados por cuatro o cinco de los seis peligros estudiados y que incluyen, además de los mencionados, la sequía, las erupciones volcánicas y los deslizamientos de tierra.
El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana están también entre los díez países con un riesgo relativo mayor de mortalidad a causa de desastres naturales.
Desde un punto de vista económico, esos mismos países junto a Colombia aparecen entre las diez naciones en las que más de un 70 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) se extrae de áreas con mayor riesgo de desastres, lo que refleja la vulnerabilidad de sus economías y la difícil recuperación tras una catástrofe.
El informe analiza con mas detenimiento, aunque con carácter preliminar, tres casos concretos y entre ellos el de Caracas, sobre la que se resaltan los mayores riesgos que afronta.
"Peligros sísmicos, de deslizamiento de tierras e inundaciones afectan a una alta proporción de la infraestructura urbana de Caracas, incluida la vivienda", subraya el informe.
Los científicos resaltan además que, por estar en la intersección de las placas de América del Sur y del Caribe, el norte de Venezuela afronta "riesgos sísmicos extremos" y recuerdan que en los últimos cuatro siglos la capital venezolana resultó destruida en tres ocasiones por devastadores terremotos.
La elevada densidad de población, la edificación incontrolada y la precariedad de numerosas construcciones, hacen algunas zonas de Caracas muy vulnerables a más de un peligro natural.
Los expertos afirman que existe ya la información y la tecnología necesarias para que, incluso países con limitados recursos, reduzcan de forma significativa el efecto devastador, en lo económico y en lo social, de sequías, inundaciones o terremotos, entre otros peligros.
Pero insisten también en que es preciso invertir más en mecanismos de prevención y un eficaz gobierno, unido a un mayor esfuerzo en concienciar a los ciudadanos sobre esos riesgos.