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MIAMI (AFP) - El presidente ecuatoriano Rafael Correa reiteró el sábado que se opone a un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y dijo que su país no se va a prestar a "esa clase de aventuras suicidas" que denominó un "bobo aperturismo".
Durante una conferencia de prensa en Miami, antes de viajar a Nueva York donde participará de la Asamblea General de la ONU, el mandatario ecuatoriano rechazó cualquier posibilidad de un acuerdo comercial de ese tipo con Washington, como los que negocian en estos momentos Colombia, Perú y Panamá.
"Rechazamos un tratado de libre comercio... Gran cantidad de estadounidenses, sobre todo demócratas se oponen a esta clase de tratados porque destruyen empleos. Si ese es el problema en economías competitivas como Estados Unidos, con subsidios y todo, mucho peor es en países como los nuestros", indicó Correa.
"No nos vamos a prestar a esa clase de aventuras suicidas, menos aún un país como Ecuador que ya ni siquiera tiene moneda nacional", dijo.
El presidente ecuatoriano negó que siga el modelo venezolano, ni el cubano, y tampoco el chileno. "Seguimos el modelo ecuatoriano", afirmó.
"No estamos contra el comercio, estamos contra el bobo aperturismo que permitiría ingresar productos subsidiados a nuestros países y arrasaría la producción agrícola. No nos vamos a prestar a esas aventuras", insistió.
Una comisión de finanzas del Senado de Estados Unidos aprobó el viernes el Tratado de Libre Comercio con Perú, y dio el primer paso para su ratificación. Además el Congreso estadounidense tiene pendientes las ratificaciones de un acuerdo con Panamá y otro con Colombia.
Estados Unidos tiene ya suscriptos tratados de libre comercio con México, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Chile.
Pese a la enfática negativa a un tratado comercial, Correa definió como "excelente" la relación de Ecuador con Estados Unidos. "Tenemos una relación muy fluida, son nuestros principales socios comerciales, y la relación continuará en el mismo nivel", argumentó.
Consultado si la disolución del Congreso que impulsa su gobierno por medio de una Asamblea Constituyente no es una medida dictatorial, Correa defendió ese objetivo y dijo que fue aprobado en forma mayoritaria en una consulta popular.
"En Ecuador no habrá en nuestro gobierno ninguna ruptura constitucional, ni democrática", sostuvo antes de negar que el fin de la reforma sea instalar la reelección presidencial.
Los ecuatorianos votan el 30 de septiembre para elegir a los integrantes de una Asamblea Constituyente que deberá redactar una nueva Constitución.
Respecto a la situación de los 3 millones de ecuatorianos que emigraron del país --unos 15.000 residen en Miami y cerca de 100.000 en todo el estado de Florida-- Correa anunció que en una nueva carta magna se incorporaría la "quinta región" electoral que les daría representación en el Congreso.
"Creo que todo el mundo tiene que aplaudir y ayudar en la labor que esta haciendo (el presidente venezolano) Hugo Chávez y sus buenos oficios para tratar que (la guerrilla de) las FARC devuelvan a los rehenes", opinó al referirse al conflicto colombiano, y negó que vaya a intervenir en la mediación.
"No conozco a ningún integrante de las FARC, nunca he visto a uno. De todos modos, en el momento que Colombia necesite ayuda de Ecuador, siempre estaremos dispuestos", afirmó.
El presidente ecuatoriano llegó el viernes a Miami donde se reunión con legisladores, alcaldes y asociaciones de ecuatorianos residentes y parte en la tarde del sábado hacia Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas.
© 2007 AFP
