Cuando en 1997 un equipo de científicos escoceses presentó al mundo a su preciada oveja Dolly, una puerta de la ciencia hasta entonces cerrada quedó abierta.
La pequeña oveja, de siete meses de edad, había sido clonada a partir de células de un animal adulto: la clonación de un mamífero era posible.
La idea que había permanecido durante años en los textos de biología y solo tomaba vida en los guiones de Hollywood y las novelas de ciencia ficción, desde entonces fue una realidad.
Con ello, la gran pregunta no se hizo esperar: ¿Es posible clonar a un ser humano? Y con ello surgió la otra interrogante: ¿Es ético clonar a un ser humano?
Pregunta ética
Los comités éticos no demoraron en pronunciarse. El 11 de noviembre de 1997, los 186 estados miembros de la UNESCO adoptaron la Declaración Universal del Genoma Humano y los Derechos Humanos en la que se declara que la clonación humana es una ofensa contra la dignidad humana.
La opinión pública también está en contra de la creación de un clon humano. En febrero de este año, una encuesta realizada por la cadena de televisión CNN y la revista Time encontró que el 90 por ciento de los entrevistados consideraban que era una mala idea clonar a un ser humano.
No obstante, para realizar un clon humano solo es necesario una laboratorio con los instrumentos necesarios similares a los de una clínica de fertilización in vitro , científicos con los conocimientos y dispuestos a hacerlo, óvulos donados, las células de la persona que se planea clonar y una mujer dispuesta a prestar su vientre para que crezca el embrión.
Conseguir todo eso es más sencillo de lo que muchos puedan imaginar. Hace una semana la empresa estadounidense ACT comunicó que había clonado un embrión humano con el objetivo de realizar investigación con células madre con fin terapéutico.
Sin embargo, si ese embrión fuese implantado en el útero de una mujer, un bebé podría nacer. Y hay quienes están interesados en que eso suceda: dos grupos de científicos han admitido que trabajan en el primer clon humano.
Incluso, hay quienes aseguran que el hito ya pudo haberse producido. Sin embargo, ningún clon de un ser humano ha sido presentado en el escenario mundial.
Tras el clon
En agosto de este año quedó al descubierto un laboratorio clandestino en el que se pretendía realizar un clon humano.
En Virginia Occidental ( West Virginia ), el viejo edificio de una escuela se convirtió en el cuartel del laboratorio de Bioserv Inc; una empresa creada por la bioquímica francesa Brigitte Boisselier.
Boisselier es miembro de la secta Raeliana, un grupo que sostiene que la vida en la Tierra se inició a partir de la clonación de seres de otros planetas y que está a favor de la clonación humana.
El ser que deseaban clonar era Andrew Hunt, el hijo de un legislador del estado de West Virginia . El pequeño murió a los 10 meses de edad después de ser sometido a varias cirugías para corregir varios defectos de nacimiento.
El matrimonio Hunt era el que financiaba la investigación.
Aunque el intento fue frustrado, Boisselier sostiene que continúa con sus investigaciones y que pretende crear un niño clonado. Los raelianos aseguran que tienen al menos 50 mujeres dispuestas a prestar su vientre para el experimento.
Por otro lado, el estadounidense Panayiotis Zavos y el italiano Severino Antinori tienen planes similares a los de Boisselier.
Ellos aseguran tener a 200 mujeres listas para llevar a un niño clonado dentro de su útero. "Aunque esté prohibido, lo vamos a hacer", sostiene Zavos. "Siempre habrá un país donde no esté prohibida la clonación y si no, siempre se puede realizar en un laboratorio en aguas internacionales", dijo en una entrevista con el noticiero de la cadena estadounidense ABC.
No es tan fácil
Ambos equipos intentan traer al clon humano a través de la misma técnica con que Dolly llegó a nuestras vidas.
Ian Wilmut, el padre científico de Dolly, es el primero en afirmar que es una locura. Para lograr que Dolly naciera, se tuvo que intentar 277 veces: muchos embriones no sobrevivieron para ser implantados, otros embarazos fueron abortados a lo largo de la gestación y otros animales murieron poco tiempo después de nacer.
Además, todavía queda mucho por aprender de los mamíferos que ya han sido clonados. Hasta el momento se ha reportado que suelen tener órganos vitales más grandes de lo normal, que envejecen más rápido, y, en el caso de Dolly, la oveja tiene un sobrepeso inexplicable.
Por eso, Wilmut y muchos otros científicos consideran que es incorrecto y poco ético experimentar con clones humanos.
Sin embargo, la voluntad de unos pocos hace creer a muchos que el clon humano llegará pronto.
Para Gregory Pence, profesor de filosofía de la Universidad de Alabama y autor de Who's Afriad of Human Cloning? (¿Quién le teme a la clonación humana?) la prueba será sencilla.
En un reportaje de la revista Time , publicado en febrero de este año, Pence lo explicó así: "Si logran presentar ante las cámaras a un niño sano, ellos (quienes están a favor de la clonación) ganarán. No obstante, si el primer bebe clonado tiene defectos, no se volverá a intentar en al menos 100 años".