Las elevadas temperaturas registradas actualmente en Europa hacen las delicias de unos cuantos, como los animales de los zoológicos, que degustan exquisitos helados, o de los funcionarios de Berlín, dispensados de sus obligaciones si las temperaturas sobrepasan los 29º C.
Las previsiones meteorológicas anuncian para esta semana récords en varios países europeos, con temperaturas superiores a los 40º grados Celsius, mientras en Dinamarca, con 30º, ya disfrutan de lo que consideran un clima "tropical".
Por esta razón, en el parque zoológico de Moscú se instaló un cañón de nieve en la zona de los osos blancos, el cual funciona día y noche, y los elefantes reciben dos duchas frías diarias.
Muchos helados
Por su parte, los pensionistas del parque zoológico de Londres saborean helados de distintos sabores: de pescado para los pingüinos; de romero para los tigres y los leones, y de pera o naranja para los monos y los osos.
En el de Colchester (este de Inglaterra), los tigres degustan helados con sabor a sangre de caballo y de buey.
Entretanto, los mapaches de Newquay (suroeste británico) disfrutan de helados de yogur y los monos tienen que atrapar frutas cubiertas de helado que han sido colgados en la parte más alta de su recinto. Por su parte, los cerdos están embadurnados con crema solar, sobre todo en orejas y hocicos.
En el zoológico de Chester (noroeste), los expertos optaron por el baño de lodo.
Cambio de costumbres
Para los animales del zoológico de Madrid, también hubo cambio de dieta. Su régimen alimentario ha sido adaptado al calor reduciendo las calorías y las grasas.
Esto es parte del tratamiento especial que los cuidadores del zoológico dan a sus animales para hacer frente al calor .
Así, cada animal se está beneficiando de una atención personalizada por parte de los veterinarios y empleados del zoológico, que recrean diariamente los microclimas a los que están acostumbrados tigres, focas o elefantes.
Los obsequios para los inquilinos son bloques de helado en los que se congelan sus alimentos habituales.
La mayor parte de los animales también tiene acceso a piscinas o fosas acuáticas, equipadas con duchas y puntos de sombra. Incluso los rinocerontes pueden bañarse en una piscina de barro.
De esta manera, aunque en general la canícula haga sufrir a la mayoría de la población europea, al menos los animales de los parques reciben una atención propia de esos días veraniegos y soleados.