
United Airlines, tercera compañía estadounidense, y Continental, la cuarta, anunciaron ayer un acuerdo por $3.170 millones para unir sus operaciones.
La intención es conformar un solo conglomerado que se llamará United y estará dirigido por el actual presidente de Continental, Jeff Smisek.
La aerolínea United Airlines tendrá acceso a 370 destinos en 59 países, un volumen de negocios de $29.000 millones, una flota de cerca de 700 aviones y unos 87.000 empleados.
“Estamos creando una compañía más sólida, más eficaz en el plano operacional y financiero, mejor situada para tener éxito en un sector aéreo muy competitivo”, declaró Glenn Tilton, actual presidente de United y futuro presidente del Consejo de Administración de la nueva firma.
La fusión fue avalada el fin de semana por los consejos de administración de las dos firmas.
La operación aún debe ser aprobada por las autoridades reguladoras estadounidenses y se prevé que concluya en el cuarto trimestre del 2010.
Al término de la operación, los accionistas de United controlarán cerca de 55% del capital de la nueva empresa y Continental 45%.
Las dos empresas habían tratado de negociar un acercamiento hace dos años, pero fracasó.
Esta fusión es “una buena elección” para el transporte aéreo, consideran los expertos, ya que los dos grupos son geográficamente complementarios.
United Airlines dispone de plataformas de tránsito en Chicago, Denver, Los Ángeles, San Francisco y Washington, mientras que las de Continental se encuentran en Newark (Nueva Jersey) y Houston (Texas).
“United está bien situada en el Pacífico (...), mientras Continental tiene un buen lugar en Sudamérica y el Caribe”, explicó Jared Harckham, analista.
La nueva United tendrá un valor de $6.750 millones en bolsa y generará $1.200 millones anuales; las cifras servirán para atravesar en mejores condiciones las turbulencias del sector.