Los Angeles (EEUU), 28 jul (EFE).- Las autoridades del condado estadounidense de Orange, en California, han confirmado la presencia de ricina en dos tarros de comida infantil, si bien no se han producido víctimas ni detenciones.
El veneno, mortal en caso de ingestión, inhalación o inyección, fue localizado en una dosis muy rebajada en el interior de dos tarros de comida para niños, uno el pasado 16 de julio y otro el 31 de mayo.
En ambos casos se trató de yogur infantil Gerber de plátano y había una nota en el interior advirtiendo de la presencia del veneno.
Los análisis oficiales en ambos tarros han indicado que, si bien el veneno es ricina, no es su versión más pura y peligrosa.
"Es improbable que los niveles encontrados puedan ser dañinos", indicó el doctor David Acheson.
Según sus declaraciones, ninguno de los bebés afectados ha presentado síntomas, pese a haber ingerido una pequeña cantidad de comida.
Los dos casos de sabotaje alimenticio proceden del mismo establecimiento, en el área del condado de Orange, donde la policía está analizando el resto de los envases de comida infantil de esta marca.
La compañía Gerber está colaborando en la investigación y ha asegurado que "con toda seguridad" el sabotaje ha ocurrido después de que la comida fuera envasada.
La empresa volvió a recordar que los botes de comida infantil vienen envasados al vacío y que si la tapa no hace el tradicional ruido cuando le entra el aire es señal de que ha sido abierto con anterioridad y puede estar contaminado.
Aunque no se ha producido ningún arresto la oficina del fiscal indicó su interés por contactar con un hombre llamado Charles Dewey Cage, de 47 años.
Este hombre no es sospechoso pero puede ofrecer información importante en este caso, señaló la misma fuente.
La ricina, derivada de las semillas del árbol del ricino, es un veneno que puede resultar mortal si se ingiere o se inhala y para el que no existen antídotos. EFE
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