Uffe Savery y Morten Friis eran un par de muchachitos que hasta hace unos años se enfundaban en trajes formales y, con el pelo engomado, se sentaban a interpretar música clásica. De esto quedan la experiencia y los discos y las fotos pues estos daneses se despeinaron, se pusieron la ropa informal y emprendieron un revolucionario viaje hacia el mundo electrónico.
Se educaron como músicos clásicos en el prestigioso Real Conservatorio Danés; formaron parte, durante siete años, de la Sinfónica de Copenhague, y pasaron casi doce años adaptando piezas clásicas universales al ensamble que habían creado juntos.
Un día, ambos coincidieron en cambiar el rigor de la música clásica por la rebeldía de la música electrónica, con el pretexto de "hacer algo nuevo"; eso sí, no dejaron atrás sus herramientas percutivas, sino que las usaron en su nuevo ambiente de trabajo.
El resultado es híbrido, donde los instrumentos étnicos del pasado se encuentran con lo más sofisticado de los equipos programables, samplers y efectos. Una vez juntos, se la juegan entre el dance, el trance y el pop. Son una verdadera revolución musical que ejecutan gracias a las dos toneladas de instrumentos de percusión con las que viajan. Ellas incluyen tambores, marimbas, vibráfonos, bongoes, congas e instrumentos étnicos.
Puente musical
El paso de la música académica a la electrónica no fue tan difícil para este dúo pues, como afirmó Morten en entrevista con la revista Viva, el ser músicos clásicos les permitió tener buenas habilidades, amplia perspectiva y dominio de la técnica.
Asumieron el proyecto como un desafío: "Construir un puente entre la música clásica y la música pop: este es nuestro deseo". Para conseguirlo se metieron de lleno en la investigación: "Averiguamos qué tipo de mecanismos musicales se utilizaban en estas áreas. Fuimos a muchos clubes en Inglaterra y Dinamarca y colaboramos con muchos disc jockeys; pero también fue importante para nosotros utilizar la percusión con más fuerza".
Durante los trece años que llevan juntos, los éxitos se les han aparecido en el camino: llevan cinco álbumes grabados, han viajado por todo el mundo para presentarse en escenarios de la talla del Carnegie Hall (Nueva York) y la Ópera de Sydney (Australia); ganaron el premio MTV Europe y el Grammy Danés del 2001 como mejor hit de club del 2000.
Ahora andan en la promoción de su último disco, Episodio II, y esto es lo que los traerá a nuestras tierras: un concierto en el que prometen dar duro.