Los poderes de Mägo de Oz no son del otro mundo: una batería, un violín, dos guitarras, un bajista y una voz pegada a los teclados no solo han hecho que el grupo español sea parte de este mundo, sino que no quiera irse de él. El conocido grupo de heavy metal, de gira por América Latina, ha logrado embrujar a más de uno con su rudeza melódica, desde su creación, en 1989.
Su idea para Costa Rica -país que visitan por primera vez- no dista mucho de lo que han hecho antes en España, donde su combinación de rock duro con toques celtas y aires medievales han arrastrado a miles de personas hacia salas de concierto y tiendas de discos.
Chus (batería y líder), Mohamed (violín), Carlitos (guitarra solista), Frank (guitarra), Salva (bajista) y José (voz de insospechado alcance y teclados), son la cara, la barba y todos los pelos de Mägo de Oz, responsables -casi todos ellos- de las cinco producciones del grupo: Mägo de Oz (1993), Jesús de Chamberí (1996), La leyenda de la Mancha (1998), Finisterra (2000) y Folktergeist (2002).
En el concierto de mañana, Mägo de Oz ofrecerá un espectáculo cargado a su favor, con abrumadora mayoría del material de Folktergeist y, a lo mejor, acompañados también de su inseparable escenografía, capaz de convertir cualquier escenario en un auténtico cementerio. Apechugando Tour es su gira americana y concluirá a finales de mayo, con presentaciones en Colombia, Ecuador, Costa Rica, y Guatemala.