París, 9 oct (EFE).- El filósofo francés más comentado, leído y traducido en los últimos años en todo el mundo, Jacques Derrida, famoso por su concepto de la "de-construcción", falleció la pasada madrugada en París a los 74 años de edad a consecuencia de un cáncer de páncreas.
Este autor prolífico -escribió en torno a 80 obras- falleció "sin sufrir" en un hospital de la capital francesa, donde había ingresado hace tres semanas, según sus allegados.
Personal y políticamente comprometido con las ideas de la izquierda, Derrida era el último superviviente de los filósofos catalogados como "los pensadores del 68", en los que figuraban Barthes, Foucault, Althusser, Lacan y Deleuze.
El nombre de Derrida, que comenzó su carrera como profesor en 1950, había sonado frecuentemente entre los posibles laureados con el premio Nobel de Literatura, que ganó esta semana la escritora austríaca Elfriede Jelinek.
Nacido el 15 de julio de 1930 en El-Biar (Argelia), en el seno de una familia judía, Derrida impartió sus enseñanzas filosóficas en diversas universidades estadounidenses, como Harvad o Yale, así como en la Sorbona de París.
En 1982, fue encarcelado varios días en una prisión checa por su apoyo a los intelectuales disidentes de la Carta 77.
A raíz de esa experiencia, Derrida puso en marcha una reflexión crítica sobre la institución filosófica y la enseñanza de esta materia, lo que le llevó a crear en 1983 el Colegio Internacional de Filosofía, que presidió hasta 1985.
Su gran contribución histórica fue su propuesta de la "de-construcción", es decir, una crítica de los presupuestos de la palabra a partir de los textos filosóficos clásicos.
Esta teoría de la "de-construcción" le hizo mundialmente famoso, especialmente en Estados Unidos, donde, según sus palabras, la acogida de su trabajo fue "más generosa, más atenta" y encontró "menos censura, barreras y conflictos que en Francia".
Preocupado por el apartheid sudafricano o por la situación del pueblo palestino, Derrida se significó también por su interés por la poesía y últimamente por la arquitectura.
"La escritura y la diferencia", "La diseminación", "Márgenes de la filosofía", "Heidegger y la cuestión", "Invenciones del otro", "Del derecho a la filosofía", "Espectros de Marx", "Glas", "La verdad en pintura", "Para Paul Célan" y "Del espíritu" son algunos de los muchos libros que Derrida escribió a lo largo de su vida.
Estuvo casado con la psicoanalista Sylviane Agacinski, esposa actual del ex primer ministro francés, el socialista Lionel Jospin, con la que tuvo un hijo.
El presidente francés, Jacques Chirac, rindió hoy homenaje a Derrida, al que calificó como "uno de los más grandes filósofos contemporáneos", como "una de las figuras mayores de la vida intelectual de nuestro tiempo".
Con su concepto de la "de-construcción", Derrida trataba de "encontrar el gesto libre que está en el origen de todo pensamiento. Tenía la misma pasión por el pensamiento griego que por el judío, por la filosofía que por la poesía", destacó Chirac.
"Pensador de lo universal, Jacques Derrida era también ciudadano del mundo. Permanecerá como un inventor, un descubridor, un maestro de una extraordinaria fecundidad", según el presidente francés.
Esta "gran figura" francesa, según el ministro de Cultura, Renaud Donnedieu de Vabres, "deseaba construir una idea abierta de Europa", por tanto, a su juicio, "el mejor homenaje que podemos hacerle será realizar su deseo".
Destacó además el carácter "profundamente humanista" de Derrida, quien estaba consagrado "a los valores de la hospitalidad, tanto como valor intelectual como político, con su preocupación particular de la relación entre Europa y el Mediterráneo".
"Conmocionado" se dijo, por su parte, el ex ministro francés, el socialista Jack Lang, tras conocer la noticia de la muerte de Derrida, a quien frecuentaba y al que calificó como el filósofo que "ha metamorfoseado profundamente el pensamiento contemporáneo".
El Partido Socialista (PS) saludó, por su parte, la memoria de "un compañero de camino de la izquierda". EFE
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