Río de Janeiro, AP. La aerolínea brasileña Varig, en una lucha diaria por sobrevivir a su crisis financiera, suspendió temporalmente el miércoles rutas nacionales e internacionales.
En un comunicado, la aerolínea dijo que la suspensión obedece a negociaciones que lleva con empresas de alquiler de algunos aviones.
Todos los clientes con pasajes comprados para vuelos temporalmente suspendidos deberán ser acomodados en otros vuelos de Varig o de otras empresas, dijo la aerolínea en su nota.
La suspensión afectó 11 distintos destinos internacionales: Milán, Munich, Madrid, París, Nueva York, Miami, Los Angeles, Ciudad de México, Montevideo, Asunción y Bogotá, agregó Varig.
Seguirán operando, añadió la empresa, los vuelos Francfort y Londres, así como la ruta diaria a Miami, Lima, Santa Cruz de la Sierra, Santiago de Chile y Caracas, tanto como los cuatro vuelos al día a Buenos Aires.
La Viacao Aerea Rio-Grandense (VARIG) ha cancelado desde el viernes pasado más de 200 vuelos según la Empresa Brasileña de Infraestructura Aeroportuaria (INFRAERO), o la oficina estatal que administra los aeropuertos del país.
Sólo desde la medianoche hasta las 17:00 gmt, Varig suspendió 126 vuelos, dijo Infraero.
Mientras tanto, la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) trabaja desde el lunes en un plan para que las rutas locales de Varig sean cubiertas por otras empresas que ya operan y dominan el mercado local como TAM y Gol.
Lo que tendremos que hacer es como si fuera una operación de guerra, dijo el ministro de Defensa, Waldir Pires, en una entrevista con Radio Nacional, refiriéndose a los planes de la ANAC para garantizar el retorno al país de miles de pasajeros.
El ministro, cuyo despacho es el encargado de la Fuerza Aérea, que regula todos los asuntos de aviación, descartó, además, que el Banco Nacional de Desarrollo Social y Económico (BNDES), del gobierno, otorgue recursos para la compra de Varig.
Las estimaciones que han dado tanto la ANAC como Pires varían entre 6.000 a 20.000 brasileños con boletos para retornar al país, pero no han detallado todos los países de origen.
Sin embargo, la aerolínea recibió una buena noticias el miércoles cuando un juez de bancarrota de Nueva York, en Estados Unidos, extendió por un mes el plazo para que empresas de alquiler de aviones confisquen las naves que han rentado a Varig.
Varig, con una deuda total estimada en unos 3.500 millones de dólares, se acogió en junio del 2005 a una nueva ley brasileña de bancarrotas y la cual entregó el caso a un tribunal de Río de Janeiro.
Así, la suerte de la empresa, con 79 años de operaciones, se definirá el viernes, fecha máxima dada por el juez de bancarrota, Luiz Alberto Ayoub, para que se haga el depósito de 75 millones de dólares, o el primer pago de una oferta de compra hecha en una subasta pública.
Esa oferta, que en total alcanza los 449 millones de dólares, fue presentada en el remate del 8 de junio por un consorcio encabezada por Trabajadores del Grupo Varig (TGV), que ha tenido problemas para conseguir los fondos del primer pago.
Si TGV no realiza el depósito el viernes, la subasta del 8 de junio será declarada nula, según la decisión del juez.
Pasajeros molestos por los retrasos y cancelaciones se congregaron el miércoles frente a la sede de Varig, en Copacabana, con la intención de averiguar si sus boletos serán honrados.
Estamos desesperados por alguna información, dijo la estadounidense Vanessa Chipe, una profesora de 22 años, cuyos parientes están de visita en Brasil y tiene reserva para regresar a Estados Unidos la próxima semana.