Los primeros colegios en abrir sus puertas fueron los de Saint-Pierre-et-Michelon, en Canadá, donde cuatro horas después se había se registrado una afluencia cuatro veces superior a la detectada a la misma hora en 1992 para el referéndum sobre el Tratado de Maastricht.
Les siguieron los colegios de Guadalupe, donde, por contra, la afluencia era bastante baja.
Los habitantes de Guayana, Martinica y Polinesia también votan hoy, al igual que los franceses residentes en América.
Esta medida, inaugurada en las europeas de 2004, trata de evitar que los habitantes de esos lares voten sabiendo el resultado en la metrópoli, lo que podía incentivar la abstención.
Aunque el recuento de los boletines en esos colegios se iniciará esta misma noche, el resultado se conocerá a partir de las 22.00 horas locales (21.00 GMT) de mañana, domingo.
La mayoría de colegios metropolitanos cerrará a las 20.00 locales (19.00 GMT) y dos horas antes en algunas zonas rurales, pero el hecho de que en París y Lyon se pueda votar hasta las 22.00 horas obliga legalmente a las radios y televisiones a difundir sus primeras estimaciones de voto a partir de esa hora.
Más tarde, a una hora indeterminada, se conocerá el resultado global del referéndum al que están llamados unos 42 millones de franceses, que tienen en sus manos el futuro de Europa y cuyo veredicto afectará igualmente a la política nacional francesa.