Madrid, 19 feb (EFE).- La atención en España se centra hoy en el último comunicado de ETA, en el que la banda terrorista afirma que es hora de "dar pasos", pero sin hablar de una posible tregua, pese a las expectativas de alto el fuego que se habían generado esta semana.
Las reacciones del arco político español se suceden después de que ETA instara ayer a todos los agentes vascos "a dar pasos ya y sin esperar a nadie", pues "ha llegado el momento de tomar compromisos firmes y decisiones importantes sobre el futuro de Euskal Herria (País Vasco), pasando de las palabras a los hechos y mostrando audacia".
El texto indicaba que "la solución del conflicto no llegará a través de pasos unilaterales" y precisaba que tres referencias deben guiar el proceso de paz: "que se respete lo que Euskal Herria decida sobre su futuro", que se dé una solución "política y democrática" y que se haga por medio del "diálogo y la negociación".
Mientras que el Gobierno español no quiso comentar esta nota y fuentes del Ejecutivo se limitaron a declarar a EFE que sólo se espera de ETA el anuncio del cese de la violencia, el opositor Partido Popular (PP) pidió hoy al jefe del gabinete español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, una "rectificación inmediata" de su política antiterrorista y territorial.
El presidente del conservador PP, Mariano Rajoy, señaló que el comunicado de ETA "en nada cambia lo dicho por la banda en los últimos 30 años" y lamentó que no concuerde "con lo que se nos ha estado anunciando de manera frívola por el Gobierno" porque "ETA no está en un proceso de paz, sigue en sus objetivos políticos, que es fundamentalmente el derecho de autodeterminación".
El debate sobre un hipotético proceso de paz se había intensificado en los últimos días, después de que el pasado día 10 Rodríguez Zapatero se mostrara convencido de que, por los datos de que dispone, el momento actual puede ser el "del principio del fin" de ETA.
Las expectativas de un alto el fuego de ETA se habían acrecentado, pese a que esta semana la organización terrorista hizo explotar dos artefactos frente a una discoteca en la región de Navarra y en una empresa de construcción en la provincia vasca de Vizcaya.
Tras el comunicado de ETA, el Gobierno regional vasco consideró que suponía "una decepción", pues "el conjunto de los ciudadanos vascos lo que han manifestado en innumerables ocasiones, lo que quieren y esperan es que ETA diga que la violencia se ha acabado para siempre".
El Partido Nacionalista Vasco (PNV), que gobierna en el País Vasco desde hace más de dos décadas, precisó hoy que "ETA no es quién para tutelar políticamente el devenir de esta sociedad" y destacó que a la organización terrorista "sólo le cabe una decisión: el abandono definitivo de la violencia".
También el coordinador general de la coalición Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, dijo que el comunicado de ETA supone "un jarro de agua fría" para las expectativas de paz y pidió a Rodríguez Zapatero y a todos los políticos, que sean "más prudentes y comedidos", pues a veces "creamos más expectativas".
Por su parte, el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), José Alcaraz, señaló que el texto de ETA "deja en evidencia que el Gobierno está mintiendo vendiendo falsas esperanzas de tregua" y le pidió que dé un giro de 180 grados en su política antiterrorista.
Precisamente la AVT ha convocado para el sábado próximo a una manifestación en Madrid, a la que se ha sumado el PP, en contra de una eventual negociación con ETA.
Sobre esa hipótesis, el Gobierno español aseguró el viernes que ni mantiene contacto alguno con ETA ni lo ha autorizado.
En mayo pasado, el Congreso de los Diputados (cámara baja del Parlamento español) autorizó al Ejecutivo a abrir una vía de diálogo con ETA, si ésta renuncia a las armas.
Desde que en la década de los 60 inició su actividad terrorista por la independencia del País Vasco, ETA ha matado a más de 800 personas, aunque desde mayo del 2003 no ha habido asesinatos por parte de la banda. EFE
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