
Las dos empresas tabacaleras que operan en el país: British American Tobacco y Tabacalera Costarricense realizan un intenso cabildeo con los diputados para suavizar el plan de ley de control del fumado que se discute en el Congreso.
Las tabacaleras rebaten el proyecto de ley por ser, a su criterio, excesivo y porque al imponer nuevos tributos, promueve el contrabando de cigarrillos.
El plan crea un impuesto de ¢20 sobre cada cigarrillo vendido al consumidor; la prohibición total de crear áreas de fumado y el estampado gráfico del daño del cigarrillo en una de las caras de la cajetilla.
Además, el plan prohíbe la publicidad en vallas y en medios de comunicación y la limita a los puntos de venta.
Las medidas encienden las alertas en las empresas, aunque reconocen que el plan solo viene a cumplir con el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el control del tabaco.
El convenio, vigente desde el 2010, compromete al país a “establecer y aplicar sus políticas de salud pública relativas al control del tabaco” y actuar de manera que proteja esas políticas contra los “intereses” de la industria tabacalera.
Ante el avance de la propuesta, el cabildeo de las firmas es al más alto nivel: sus gerentes de asuntos corporativos están al frente de las relaciones con los diputados.
Invitaciones a reuniones, petición de citas, llamadas telefónicas y el envío de telegramas, forman parte de los mecanismos de acercamiento de las firmas cigarreras con los legisladores.
“Lo que hicimos no fue solamente con diputados, sino que a periodistas y público de interés de nosotros le mandamos un telegrama donde reiteramos que estábamos en la mayor disposición de conversar sobre nuestra posición en el proyecto de ley”, dijo Gerardo Lizano, gerente de asuntos corporativos de British American Tobacco.
Susana Salas, la gerente corporativa de Tabacalera Costarricense, trabaja en el envío de correos electrónicos a los asesores de los diputados en busca de suavizar los alcances del plan de ley.
Así consta en la última comunicación donde pide una reunión “lo antes posible” con el diputado del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), Víctor Emilio Granados, pues según indicó “hay avances al respecto”.
La diputada del Movimiento Libertario, Patricia Pérez, recordó que Salas la contactó para pedir una disminución en el impuesto a los cigarrillos.
“Vino a hablarme del impuesto. Dijo que no están de acuerdo, que es excesivo y que están dispuestos a negociarlo”, dijo Pérez.
El diputado de Liberación Nacional (PLN), Antonio Aiza, afirmó que, a sabiendas de los alcances del convenio de la OMS, prefiere no reunirse con ellos.
El cabildeo realizado por las tabacaleras es como el cigarro: no discrimina, igual contactaron a libertarios que a cristianos a liberacionistas y al diputado del Frente Amplio, José María Villalta.
Sin embargo, los parlamentarios afirman que se mantienen fieles a las obligaciones del país con el convenio de la OMS y que la intención es aprobar, sin mayor retraso, el proyecto de ley, más allá de las visitas de las tabacaleras.