La mejor forma de aprovechar el potencial del capital humano es automatizando procesos operativos con el objetivo de encaminar el talento hacia la parte estratégica.
Muchas entidades gubernamentales deben desempeñarse en el día a día con bajos presupuestos y objetivos de crecimiento agresivos. Para hacer frente a estos desafíos, necesitan alcanzar el del más alto nivel de desempeño de sus empleados. El área de Recursos Humanos debe fungir como el órgano implementador de toda estrategia de administración del capital humano.
Pero el problema viene cuando quienes conforman el área están dedicados a labores operativas como: revisión de quiénes ascendieron y quiénes abandonaron la organización, reportes de nómina, entre otras más. Aunque estas tareas de mantenimiento sean importantes, dejan poco tiempo para que Recursos Humanos haga labor estratégica y cumpla con su principal objetivo, que es desarrollar mano de obra productiva y confiable.
A esto debemos sumar una característica detectada en la manera de administrar el capital humano que tienen la mayoría de los países de la región, la mentalidad latinoamericana sobre los recursos humanos sitúa a la persona en el centro, y esto significa que la práctica de los recursos humanos se considera defensora de los servicios a los empleados, en lugar de un mero agente de la organización. Esta idea, centrada en el individuo, se convierte en un factor que resta competitividad si se la compara con aquellos países que centran sus esfuerzos en el rendimiento.
La tecnología puede jugar un papel determinante para capitalizar este ideal, al poner a disposición del sector público soluciones para la gestión de procesos como nómina y beneficios; el seguimiento del desempeño laboral, el autoservicio de la fuerza de trabajo y la administración de talento.
A través de la automatización de las tareas administrativas diarias, el equipo de Recursos Humanos podrá concentrarse en actividades estratégicas, como reclutamiento de la gente adecuada. Ahora, la selección automatizada de empleados se encargará de desarrollar el proceso de selección y calcular el tiempo que tomará al área recabar información del prospecto, así como cuántos minutos invertir en una entrevista de trabajo.
En la medida en que las instituciones públicas tengan las herramientas necesarias para proponer los planes de carrera adecuados no solo para su fuerza de trabajo, sino para la ciudadanía, esto repercutirá en una correcta administración de recursos, transparencia en el manejo de nómina, incremento en la productividad de los trabajadores y una mejora en la calidad en el servicio a la sociedad.