Manila . El expresidente filipino Joseph Estrada compareció hoy, lunes, ante el Tribunal Anticorrupción de Manila en la primera sesión del juicio por saqueo de las arcas públicas, dominada por el boicot de su propia defensa.
El juicio comenzó con más de una hora de retraso debido a la oposición del exjefe del Estado a presentarse ante el tribunal y por el boicoteo de sus abogados, que no acudieron tras alegar que no podían ser forzados a presentarse a un proceso que calificaron de "precipitado".
La postura de la defensa responde aparentemente a las recientes declaraciones del Defensor del Pueblo, Aniano Desierto, quien forma parte del panel de fiscales y quien afirmó que si Estrada se negaba a acudir al juicio se haría uso de la fuerza.
Uno de los abogados de Estrada, Serafín Cuevas, insistió hoy en que los funcionarios de justicia están siendo "parciales" en el proceso y culpó al Tribunal Anticorrupción de poner en marcha el juicio sin consultar a la defensa sobre su disponibilidad.
"El ya está sentenciado", dijo Cuevas en relación a su cliente tras criticar la forma de llevar a cabo el proceso, mientras que el abogado Leonard de Vera, de la acusación particular, señaló que los defensores de Estrada trataron de evitar el comienzo del juicio con "excusas tontas".
Por su parte, Estrada, que acudió con ropa informal al tribunal, calificó la sesión de "terrorismo judicial", consideró que su celebración es ilegal al forzar su presencia y señaló que el Tribunal Anticorrupción no es imparcial en sus acciones.
El tribunal, ante la ausencia de los representantes de la defensa, asignó tres abogados de oficio a Estrada, quien inmediatamente los rechazó, pero sin evitar que se pospusiera el proceso.
El expresidente manifestó a una emisora de radio local que finalmente decidió acudir al tribunal y no poner resistencia a los policías que fueron a buscarle por consejo del exjuez del Tribunal Supremo Andrés Narvasa.
El exmandatario compartió hoy el banquillo de los acusados con su hijo José "Jinggoy" Ejército y con su exabogado Eduardo Serapio, éste con su propia representación legal, también acusados de malversación de fondos estatales.
Un centenar de seguidores de Estrada se congregaron en las inmediaciones del Tribunal Anticorrupción para vigilar, según declararon a la emisora DzMM, que el juicio se lleve a cabo sin problemas.
La marcha, vigilada por decenas de agentes, se celebró de manera pacífica, a pesar de la presencia de otros 200 manifestantes contrarios a Estrada.
El Defensor del Pueblo manifestó hoy ante las cámaras de televisión que el Tribunal Anticorrupción desea que el proceso sea "rápido", aunque no especificó cuánto tiempo llevará este juicio.
También dijo que pedirá a este tribunal que acuse a la defensa de Estrada de "rebeldía" por no comparecer hoy en la sala.
Estrada, que fue detenido en abril, está acusado, entre otros delitos, de recibir 340 millones de pesos (unos 6,6 millones de dólares) del juego ilegal, 130 millones de pesos (2,5 millones de dólares) de impuestos directos sobre tabacos y otros 189 millones de pesos (3,7 millones de dólares) de beneficios por inversiones bursátiles realizadas con dinero público.
Siempre según la acusación, el expresidente podría haberse embolsado en total unos 80 millones de dólares en los dos años y medio que estuvo en el poder.
El expresidente, sin embargo, niega haber realizado actos ilegales durante su mandato, que acabó el pasado 20 de enero tras una revuelta popular apoyada por las Fuerzas de Seguridad y que encumbró en la Jefatura del Estado a Gloria Macapagal Arroyo, entonces vicepresidenta de Filipinas.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, Editora nacion.com Fuente: agencias.