"Estás somatizando", es una expresión que frecuentemente escuchamos cuando se refieren a una persona que presenta algún síntoma físico, originado por "tensión emocional". Es por esto común escuchar que la persona no está realmente enferma, llegando a darse rechazo de quienes lo rodean, ya que las quejas no cesan a pesar de no encontrarse ninguna causa física de las mismas.
En investigaciones se ha documentado que un 10 por ciento de los adolescentes y jóvenes presentan dolor de cabeza frecuente, dolor torácico, náuseas y fatiga sin causa física aparente y hasta en un 11 por ciento de la mujeres y 4 por ciento de lo hombres se encontraron síntomas relacionados con situaciones estresantes.
Dentro de los factores asociados a la somatización se postula que esta puede adquirirse como un comportamiento aprendido. Ocurre cuando en las familias son más aceptables las quejas físicas que la expresión de sentimientos , y se obtiene mayor atención por estos síntomas o cuando la somatización se convierte en una vía alterna que evita los conflictos .
Se ha encontrado además que en las familias que existen enfermedades crónicas; altos niveles de ansiedad originados por diversas causas o la persona tiene el antecedente de abuso físico o sexual, hay más posibilidad de encontrar somatización en la adolescencia y juventud.
Dentro de la somatización podemos encontrar una variedad de síntomas que pueden interferir con las actividades sociales y escolares; menstruaciones "injustificadamente" dolorosas; síntomas gastrointestinales, neurológicos, urinarios que se pueden acompañar de fatiga, fiebre, pérdida de peso y apetito de hasta meses de duración y síntomas conversivos donde la persona ve afectadas sus funciones motoras y sensitivas.
Es importante tener en cuenta que si detecta anemia, pérdida de peso, desmayos con el ejercicio o un dolor muy localizado, debe descartarse una enfermedad física.. La somatización puede deberse a depresión o a un trastorno de ansiedad, por lo que también deben descartarse.
Si bien la somatización no es en sí una enfermedad, puede afectar a adolescentes y jóvenes y su no atención puede hacer que un pronóstico positivo de curación llegue a complicarse .