Cómo les suena un "carrito" que haga 600 km/hora de velocidad máxima, unos 200 km/hora de velocidad promedio, unos 1.400 kilómetros por tanque de gasolina, con una velocidad de ascenso de casi 2000 metros por minutoÖ
Un momento, dirán ustedes, ¿es un carro, o un avión?
Ambos.
De acuerdo con sus fabricantes, es un volantor, lo cual se traduce en algo así como un aparato de aterrizaje y despegue vertical, capaz de volar de una manera ágil y rápida o de desplazarse unos cuantos kilómetros por hora, por una calle, preferiblemente sin huecos, hasta encontrar un lugar despejado para alzar vuelo.
El M400 de la compañía Moller (http://www.moller.com) estará pronto en el mercado estadounidense ya que en este momento busca ser aprobado por la FAA (Agencia de Aviación Federal).
El M400, digno de la zaga del 007, cuenta con ocho turbinas rotatorias distribuidas en el frente y atrás.
En caso de falla de varias turbinas puede mantenerse en el aire o, en el muy raro caso de pérdida total de sustentación (desplome), cuenta con dos paracaídas balísticos que pondrán, suavemente, en el suelo tanto al auto como a sus asustado, pero ilesos, pasajeros. Además los ocupantes podrán salir presurosos a atender compromisos urgentes mientras el auto es desmantelado diligentemente por los chapulines de San José.
Así ni siquiera necesitarán pagar una grúa .
Alisten el menudo todos los fiebres que van a medianoche a las tiendas el primer día de ventas pues a esa hora del 1 de junio de 2006 podrán hacerse de su propio volantor ,nada menos que por la módica suma de un millón de dólares.
Les garantizo que por ese precio se lo llevan con tanque lleno y costo de la gasolina incluido..
Si lo sienten un poquito caro , no se angustien, pues de acuerdo con los fabricantes, cuando ya un buen poco de "trepadores y exhibicionistas" lo hayan comprado y con eso hayan pagado los costos de desarrollo, la ley de oferta y demanda pondrá el M400 en unos 40 a 60 mil dólares por lo que algunos ticos podremos contar con dos unidades en casa aunque solo necesitemos una.
Aunque la posibilidad de tener fiebres haciendo "piques" con las avionetas de Sansa en el paso del oeste no guste a Aviación Civil, hay que verle el lado positivo.
Un posible uso inicial que podría darse a esta tecnología estaría en los pobres agentes de tránsito, los actuales policletos o los cuerpos de emergencia que tienen que lidiar un día tras otro con el congestionado tránsito de nuestras ciudades.