Nueva York, 20 jun (EFE).- El ex presidente de EEUU Bill Clinton considera que durante sus años en la Casa Blanca salió indemne de la batalla que libró contra sus adversarios públicos, pero perdió otra "personal" que mantuvo contra sus "viejos demonios".
Así lo afirma en una entrevista a la revista Time, una de las primeras que ha concedido con motivo de la publicación del lanzamiento, el próximo martes, de su libro de memorias, "Mi Vida", que ha levantado una gran expectación en los Estados Unidos.
El libro, de casi 1.000 páginas, por el que ha cobrado un anticipo de 10 millones de dólares, promete convertirse en uno de los grandes éxitos editoriales de los últimos años, a tenor de los récords de encargos que se están produciendo en las tiendas por Internet y el interés mediático que despierta su protagonista.
No en vano, en las próximas horas comienza una intensa campaña de entrevistas, que se inicia esta noche con su presencia en el programa de la CBS "60 Minutes", que dirige Dan Rather, y proseguirá por otros, como el show de Ophra Winfrey, líder en audiencias por las mañanas.
Pero la primera entrevista escrita que saldrá a la luz será la que publicará mañana la revista Time, que hoy ha ofrecido un extracto a los medios de comunicación.
En la entrevista, Clinton asegura que durante sus años en la Casa Blanca se vio "implicado en dos grandes batallas, una pública", entre otros con el Congreso Republicano, y otra privada, "con mis viejos demonios".
"Gane la publica y perdí la privada. Es tan sencillo como eso. No es una excusa. Sólo es una explicación, y esto es lo mejor que puedo hacer", reconoce Clinton.
En la entrevista que esta noche emitirá la cadena CBS, Clinton reconoce que, en su relación con la ex becaria Monica Lewinsky, "hice algo por la peor razón posible. Sólo porque podía hacerlo".
"Creo que es la razón moralmente más indefendible por la que alguien puede hacer algo", agregó.
En la entrevista con Times, el ex presidente también aborda la invasión de Irak y el derrocamiento de Sadam Husein, acciones que, en su opinión, estuvieron justificadas.
"He defendido repetidamente al presidente Bush por sus decisiones en Irak, aun cuando creo que debería haber esperado hasta que finalizarán las inspecciones de la ONU", indica.
Se muestra convencido además de que la guerra de Irak no estuvo motivada ni por el petróleo, no por cuestiones imperialistas, ni por razones financieras.
"Fuimos a Irak porque asumimos el análisis de Wolfowitz-Cheney de que (con la caída de Husein) los iraquíes estarían en una mejor situación, podríamos contribuir a eliminar los regímenes autoritarios árabes en Oriente Medio, y mejoraría nuestra capacidad de facilitar la paz entre israelíes y palestinos", asegura.
El ex presidente, además, justifica a su sucesor explicando que tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y el derrocamiento del régimen Taliban, la primera responsabilidad de Bush era "intentar hacer todo lo posible para que las redes de terrorismo internacional no tuviera acceso a ningún tipo de armas de destrucción masiva".
"Es por ello por lo que apoyo las decisiones sobre Irak", añade Clinton, quien asegura que nunca temió que Sadam Huseein utilizara sus armas de destrucción masiva, sino que las pudiera vender a los terroristas, temor que también comparte en el caso de Corea del Norte.
En la entrevista con la revista Time, realizada tras una conversación de unas dos horas, el ex presidente aborda otros temas, como sus problemas con el ex director del FBI Louis Freeh y sus enfrentamientos con el abogado Kenneth Starr, que le persiguió con sus investigaciones durante los años de su mandato. EFE
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