Redacción Central, 2 jul (EFE).- Cineastas de todo el mundo expresaron hoy su pesar por la muerte de Marlon Brando, recordado por todos como uno de los mejores actores de la historia, pero antes que nada como un gran amigo por quienes lo conocieron.
Uno de ellos fue otro grande de la pantalla, el actor estadounidense Robert Duvall, quien opinó hoy que su compatriota, fallecido el jueves en Los Angeles a los 80 años, fue "más grande" y "más original" como intérprete que otro mito del cine y el teatro, el inglés Laurence Olivier.
Duvall, que trabajó en "Apocalypse Now" (1979), "The Godfather" (1972) y "The Chase" (1966) junto al hombre catalogado en EEUU como el "mejor actor de todos los tiempos", se enteró de la muerte de Brando en una entrevista telefónica que concedió desde EEUU a la emisora Radio Mitre de Argentina.
El actor se mostró "sorprendido y muy triste" por el fallecimiento de Brando.
Sobre la última etapa de Brando, consideró su obesidad "una forma destructiva" que pudo tener alguna relación con el hecho de que "hubo muchas tragedias en su vida", sobre todo familiares.
"En 'Apocalypse' no lo vi porque trabajamos en diferentes partes, pero en 'El padrino' sí lo hice y compartimos buenos momentos, con muchas risas y bromas", rememoró.
Además, definió a Brando como "un gran actor de teatro, aunque se aburría y no le gustaba trabajar diez veces por semana" porque "no tenía demasiado respeto por su profesión".
También recordó que después del estreno de "The Apostle", película que Duvall dirigió y protagonizó en 1997, recibió una carta de Brando que para él fue "igual o más importante" que la candidatura al Oscar al mejor actor por ese filme.
"La carta, que contenía muchos halagos por mi actuación y mi futuro, es muy importante para mí. Había mucha sinceridad y honestidad en sus palabras, fue muy directo", destacó.
Después de definir a Brando como un "personaje algo loco", dijo que "hasta hace poco daba clases de actuación y se maquillaba para hacerlo, era algo fuera de serie".
El veterano actor británico Terence Stamp, compañero de reparto de Brando en "Superman" (1978), se despidió hoy, emocionado, de su colega, a quien describió como "un diamante raro".
"Lo tenía todo, pero sin embargo, no se tomaba a sí mismo ni a la vida demasiado seriamente -explicó-. Era un tipo muy divertido, era un placer estar con él".
La actriz italiana Sophia Loren, que trabajó con Marlon Brando en "A Countess from Hong Kong" (1967), lamentó la muerte de "un queridísimo, gran amigo", tras afirmar que "actores como él deberían ser eternos".
En unas declaraciones a los medios italianos, Loren definió a Brando como "un compañero de trabajo maravilloso, una persona educada, un gran profesional".
"En el set era muy ansioso: comenzó aquella película muy delgado pero con el paso de los días se infló cada vez más porque comía una cantidad increíble de helado", agregó.
"A pesar de su fama de hombre peleón, durante el rodaje siempre estuvo de acuerdo con Chaplin", subrayó.
"Era muy generoso y sensible, se fiaba de todos, pero en su vida hubo auténticas tragedias, quizá se dejó llevar por ellas", declaró la actriz.
El carácter polémico de Brando fue también recordado por el cineasta italiano Gillo Pontecorvo, que le dirigió en "Queimada" (1969).
"A pesar de nuestras riñas furibundas, le tenía una enorme estima; es el mejor actor con el que he trabajado nunca", señaló Pontecorvo tras conocer la muerte de Brando, quien "por cultura e inteligencia, estaba un palmo por encima de todas las otras estrellas americanas".
Durante el rodaje de "Queimada" en Colombia, Brando y Pontecorvo mantuvieron serias diferencias que les llevaron a concluir el filme sin dirigirse el saludo, aunque posteriormente restablecieron su amistad.
"Una vez le hice repetir una escena 41 veces, y él me replicaba buscando cualquier pretexto para discutir", recordó el director, que definió al fallecido como "un hombre de una sensibilidad monstruosa, pero quisquilloso como un caballo de raza".
También el director inglés Michael Winner, quien dirigió a Marlon Brando en "The Nightcomers" (1971), rindió hoy tributo a su "querido amigo durante 34 años", tras enterrarse de su fallecimiento por un allegado de la familia.
Winner lamentó la pérdida del amigo "más maravilloso, amable y sincero, con principios, y sobre todo ingenioso, divertido y leal" que jamás ha tenido.
"Transformó la actuación, de la declaración de estilo del teatro a una interpretación basada en el comportamiento, que influyó a las generaciones venideras y aún influye a los actores jóvenes", dijo.
"No me cabe duda de que ha sido el actor de cine más admirado de la historia", que "tenía la fama de ser extraño y difícil. Pero yo trabajé con él. Era el actor más profesional, servicial y puntual que jamás he conocido", subrayó.
Winner manifestó que echará de menos las llamadas telefónicas de Brando, aunque, al menos -concluyó-, el actor ahora "descansará en paz".
Otro de los grandes de cine que recuerdan a Brando como amigo antes que como estrella es el cineasta ruso Andréi Konchalovsky, quien sentenció que "se ha ido uno de los americanos más grandes, que comprendía como pocos a su país, con sus méritos y sus defectos".
"He aprendido muchísimo de Brando, tanto en lo relativo al arte, como a la filosofía y la vida misma. Su muerte abre una herida en el cuerpo de la cultura norteamericana y conmoverá a todos los admiradores de su talento", dijo a la agencia Interfax.
Al otro lado del mundo, el cineasta dominicano Juan Basanta lamentó hoy la pérdida de Marlon Brando y afirmó que, a pesar de su muerte, "queda vivo en la pantalla" y "nos deja a sus personajes".
"Deja vivo a Zapata, Vito Corleone..." declaró Basanta a EFE, en referencia a las películas "Viva Zapata!" y "The Godfather".
"Le perdimos a él, pero nos quedamos con sus personajes", concluyó.
El director de la Cinemateca Uruguaya, Manuel Martínez Carril, declaró a EFE que "Brando siempre eligió sus papeles y no permitió que la industria cinematográfica se los impusiera, eso fue y es poco habitual en Hollywood".
"Desde su interpretación de motociclista en la película 'El salvaje', hasta su papel de jefe de la mafia en 'El padrino', Brando dio muestras de su versatilidad y sus condiciones", agregó.
"Siempre fue un poco rebelde y progresista, lo que molestó a muchos", recalcó.
Más ácido en sus recuerdos se mostró Max Clifford, el publicista más conocido del Reino Unido y representante de Brando en el decenio de los ochenta, al que describió hoy como "reservado y difícil de conocer", una personalidad "acorde con los papeles que encarnó".
Brando era "mezquino, irritable y magnífico", además de muy reservado, una persona difícil de conocer. Se lo quedaba todo dentro de sí y no decía mucho y uno sólo sabía que no lo estaba pasando bien cuando se levantaba y se iba", recordó.
El publicista siempre le consideró "muy callado" y nunca llegaron a tener "una relación estrecha".
Clifford evocó que una vez fueron a cenar a un restaurante chino en el barrio de Wimbledon, en el suroeste de Londres, y el chef se ofreció a enseñar al actor a cocinar langosta.
"Le encantaba cocinar -explicó-. El chef no hablaba inglés y Marlon sólo murmuraba, pero al final se las arreglaron".
Al final, la sorpresa fue para el comensal, que "recibió la deliciosa langosta no de manos de una camarera, sino de Marlon Brando". EFE
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