Washington, 5 mar (EFE).- La Comisión Interamericana para el Control de Abuso de Drogas (CICAD) de la OEA afirmó hoy que ha sido notable el progreso registrado en el combate a la drogadicción en el continente americano, pero que "aún queda mucho por hacer".
El secretario ejecutivo de la CICAD, David Beall, explicó a EFE que el informe que el organismo presentará en privado ante la Organización de Estados Americanos (OEA) el mes próximo -y divulgará en mayo- reflejará los avances y retos de cada país miembro para frenar el consumo de drogas.
"Ha habido progresos notables, pero aún queda mucho por hacer. Ya no podemos hablar sólo de países productores o países consumidores de drogas, porque existe consumo en todos los países", dijo Beall.
Se refirió a los informes que prepararon 34 expertos de los gobiernos de las Américas -uno para cada nación miembro de la OEA, con la excepción de Cuba- en los que analizaron los avances en el Mecanismo de Evaluación Multilateral (MEM).
El MEM, creado por la CICAD para medir las iniciativas nacionales y regionales para combatir las drogas ilícitas, hizo 320 recomendaciones en su segunda ronda (2001-2002).
La treintena de expertos, que incluye especialistas en el control, prevención y tratamiento del abuso de drogas, evaluó la puesta en marcha de esas recomendaciones, dependiendo de la situación y las necesidades en cada país.
Las recomendaciones sobre la "existencia, eficiencia y efectividad" de los programas regionales fueron formuladas con base a los 83 indicadores que utilizó el MEM durante su segunda ronda para medir el progreso antidrogas.
Además, esas recomendaciones cubren áreas relacionadas con la ratificación de convenios regionales e internacionales, programas de prevención y tratamiento de la drogadicción y la recolección de datos para determinar la prevalencia y gravedad del consumo de drogas en cada país, entre otros asuntos.
Beall indicó que además de "diagnosticar lo que está ocurriendo", los informes ayudarán a identificar las necesidades de asistencia técnica, legal y financiera en cada país miembro para combatir las drogas ilícitas y el lavado de dinero, que suelen ir de la mano.
Los fondos para esos tipos de ayudas provienen de los propios países miembros de la OEA y de países observadores como Francia, España y Japón, explicó Beall.
"Es muy importante hablar de los recursos con los que cuenta cada país para mejorar su lucha antidrogas, para el fortalecimiento de sus instituciones. No es fácil para nadie en estos días, cuando se trata de tener los recursos adecuados", comentó Beall. EFE
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