Santiago de Chile, 16 may (EFE).- Un grupo de chilenos pertenecientes a una agrupación evangélica presentaron hoy en público un ataúd con sistema de alarma en caso de que el muerto "resucite" después de haber sido depositado en la caja mortuoria.
Según representantes del Cementerio Evangélico Camino a Canaán, autores de esta singular iniciativa, estos nuevos ataúdes servirán para que la población pierda el generalizado temor a lo que pudiera ocurrir después del deceso.
Consiste en una cinta que se coloca en la muñeca de la persona fallecida, la que a su vez está conectada a un sistema que al registrar movimiento de las manos, activa una alarma sonora y envía una señal a un panel de control externo que indica movimiento en el interior del ataúd.
De esta forma se facilita el rescate de las personas que eventualmente hubiese sido declaradas muertas estando aún vivas, explicaron sus creadores.
Como ejemplo nombraron los cuadros de catalepsia, situación en que las personas afectadas pueden permanecer durante largas horas sin latidos y respiración y sin ningún estímulo nervioso, y a las que definitivamente se les declara muertas.
El caso más reciente en Chile ocurrió el 7 de julio del 2002, cuando el menor Luis Alfredo Pinilla, de 14 años, fue declarado muerto en el Hospital Padre Hurtado después de que tres médicos certificaran su deceso y ordenaran el envío de su cadáver a la "morgue" (tanatorio).
Sin embargo, minutos después los empleados del hospital sintieron ruidos en el interior del recinto y a llegar al depósito de cadáveres se encontraron con la sorpresa de que el niño había vuelto a presentar signos respiratorios.
Esteban Valenzuela, gerente comercial de la firma a cargo de la fabricación del novedoso ataúd, aseguró que el invento ha resultado tan revolucionario que ya le han visitado españoles y alemanes para saber de tan singular iniciativa.
Explicó que esta alarma es la primera parte del proyecto ya que más adelante se podrá aplicar una técnica similar para evitar la profanación de las sepulturas o bien que las pulsaciones sanguíneas sean capaz de encender el dispositivo. EFE
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