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SANTIAGO (AFP) La coalición oficialista chilena, que en las municipales del domingo sufrió su primera derrota electoral desde 1990, necesita superar divisiones internas y revitalizar su desgastado liderazgo para enfrentar a una derecha vigorizada en la campaña para las presidenciales de 2009.
El primer paso de ese remezón fue la renuncia el martes a la carrera presidencial de la ex canciller Soledad Alvear, quien también deja la dirección de la Democracia Cristiana (DC), uno de los cuatro partidos de la Concertación (coalición de gobierno).
"Creo que esto era lo que debía hacer, no había otra forma de lograr la unidad tan necesaria en la Democracia Cristiana", señaló la senadora en una conferencia de prensa al anunciar su renuncia.
Alvear había manifestado que pretendía ser candidata presidencial en diciembre de 2009, lo que iba a significar un choque con las aspiraciones del ex presidente Eduardo Frei (1994-2000), también miembro de la DC.
La DC tuvo una contundente derrota en las elecciones municipales del domingo: bajó de un 20% a un 15% de los votos entre las coaliciones políticas de Chile en comparación con los comicios de 2004. Además perdió 41 alcaldes de los 99 que ganó hace cuatro años.
Las municipales supusieron una victoria de la derecha, que amplió en 36 el número de alcaldes, incluyendo municipios claves como Santiago, Concepción, Valparaíso e Iquique.
El revés electoral caló hondo en el oficialismo y motivó reuniones urgentes en los partidos de la coalición -el Partido Socialista, el Radical, la DC y el Partido por la Democracia-, donde hay coincidencia en que tras casi dos décadas en el poder se hace necesaria una renovación para volver a seducir al electorado.
Así como en la oposición el empresario multimillonario Sebastián Piñera dejó ver la satisfacción por el impulso que le dio a su candidatura esta jornada electoral, en la coalición de gobierno la sensación es de que se hacen necesarios cambios urgentes, y el primero se dio este martes con la renuncia de Alvear.
La propia presidenta Michelle Bachelet dijo el domingo sobre su coalición que "debe renovarse, escuchar el rumor de la calle, para actualizar su mensaje y dar nuevo dinamismo a su acción política".
Si la derecha luce por ahora monolítica detrás de Piñera, la Coalición oficialista todavía deberá decantar su opción entre varios candidatos.
Con la negativa del ex presidente Ricardo Lagos a entrar en carrera electoral (que algunos sectores no consideran definitiva), las mejores opciones por el centroizquierda quedan en manos del actual secretario de la OEA, el socialista José Miguel Insulza y el ex presidente Frei.
El oficialismo participó dividido, lo que mostró no sólo las diferencias en sus bloques sino también que en el seno de la coalición tiene más fuerza el socialismo que la DC, lo cual deja mejor posicionado a Insulza.
Un sondeo del privado Centro de Estudios Públicos (CERC) difundido este martes reveló que dentro del oficialismo Lagos se impone con un 23% como el mejor candidato, seguido por el ex presidente Eduardo Frei (17%), Insulza (16%) y la renunciada Alvear (13%).
Las señales de desgaste en el oficialismo quedaron de manifiesto luego de que varias de sus figuras emblemáticas sufrieran estrepitosas caídas en manos de jóvenes figuras de la derecha.
"Las divisiones y disputas internas, la ausencia de un mensaje claro a la ciudadanía y la escasa renovación de los liderazgos le han pasado la cuenta a la Concertación", comentó el analista Jorge Navarro.
"Las dos listas generaron un efecto de canibalismo político que dañó severamente a la coalición", dijo el presidente del Partido Socialista, Camilo Escalona.
"La desunión fue fuertemente castigada", señaló por su parte el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma.
© 2008 AFP
