La película, la más cara de la historia del cine chino, causó destrozos en el lago Bigu, situado en la región de Shangri-La (provincia suroccidental china de Yunnan), afirmó el viceministro chino de Construcción, Qiu Baoxing.
El lago Bigu se encuentra a más de 4.000 metros de altura, en una zona habitada por pueblos de etnia tibetana y, según el viceministro, quedó contaminada por basura, botellas de vino y bolsas de plástico durante el rodaje.
Además, el equipo de la película construyó una pista para vehículos que estropeó enormemente la vegetación autóctona y dejó muchas estructuras que afearon el paisaje, rompiendo además otras.