Viena, 13 may (EFE).- Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, de Bolivia, Evo Morales, y el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, clausuraron hoy en Viena la Cumbre Alternativa paralela a la de jefes de estado y de gobierno de la UE, América Latina y Caribe.
Ante un auditorio de más de un millar de personas que irrumpía en aplausos y gritos de ¡Cuba, Cuba! y ¡Evo,Evo!, Chavéz definió a los tres dirigentes como "los chico malos del imperio, el eje del mal" y prometió no cambiar, porque "el día que la canalla nos elogie nos habremos pasado al enemigo".
"Dice Evo que le he dejado un muerto", aseguró el líder venezolano al referirse a la Comunidad Andina de Nacionales (CAN), y "creo que va a tener que enterrarlo".
Morales aseguró por su parte que pretende crear de esa unión de países andinos una "Comunidad Anti-imperialista de Naciones" y adelantó que no prepara una reforma para los campesinos sino "una revolución agraria".
En el acto, el fundador de la Unión de Confederaciones de Granjeros de Francia, José Bové, repartió hojas de coca como "símbolo de la cultura indígena".
El gobernante boliviano elogió la iniciativa y recordó que en 1995 estuvo en Viena invitado por una ONG para asistir a un panel de expertos de la ONU sobre la despenalización de la hoja de coca, pero que el gobierno boliviano le impidió participar.
"Coca no es cocaína" insistió a su vez el presidente venezolano, que manifestó que su país y Cuba van a importar esa planta para hacer té, pan y medicamentos.
Chávez expresó su rechazo a lo que denominó "turismo político", refiriéndose a la presencia de los presidentes en las cumbres oficiales y advirtió que "si venimos sólo a eso, conmigo que no cuenten, nosotros tenemos que luchar".
También vitoreó al dirigente cubano Fidel Castro y denunció maniobras "amenazantes" de la flota estadounidense en el Caribe.
"Si el imperio se atreve, le haríamos morder el polvo de la derrota en el Caribe, en América Latina. No van a poder con nosotros", afirmó el presidente venezolano.
El escenario donde se encontraban Chávez, Morales y Lage estaba decorado con banderas de Venezuela y Bolivia, mientras que un gran retrato del guerrillero "Ché" Guevara colgaba de uno de los altavoces.
Chávez vaticinó que se aproxima una nueva guerra mundial, elogió "la resistencia iraquí" a EEUU, país que definió como "terrorista y genocida" y del que dijo: "les llegó su sábado, señores cochinos".
"¡Alca, al carajo!", clamó Chávez para expresar su oposición al Area de Libre Comercio de las Américas y a todos los tratados de libre comercio con Estados Unidos.
Por su parte, el vicepresidente cubano, Carlos Lage, afirmó que la Unión Europea no tenía "moral para sancionar a Cuba", que algunas de las sanciones eran "fascistas" y criticó lo que llamó política seguidista de EEUU. EFE
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