Salamanca (España), 21 ago (EFE).- El consumo de un vaso de cerveza al día durante las primeras semanas de gestación produce, en un porcentaje elevado de casos, alteraciones en el feto, según un estudio de científicos españoles.
De acuerdo con los parámetros con que trabaja el equipo de investigación del Instituto de Neurociencias de la región española de Castilla y León, "en la primera o segunda semana de embarazo un consumo moderado de alcohol produce alteraciones en el feto, aunque depende de la graduación alcohólica de las bebidas y de la tolerancia de cada mujer".
Según explicó a EFE el investigador Angel Porteros, con el consumo de tres o cuatro cervezas diarias hay muchas posibilidades de sufrir trastornos y "se ha comprobado que dosis bajas, manteniéndose durante un cierto tiempo, de una o dos semanas, pueden producir daños cerebrales".
El equipo se centra en la obtención de un modelo animal, en este caso el pez cebra, en el que intenta reproducir las alteraciones que sufren los fetos humanos cuando se produce un consumo de alcohol por parte de la madre.
Se trata de un proyecto en el que intervienen otros centros internacionales y cuyos resultados pretenden aplicarse en el plano preventivo, pues "las investigaciones están poniendo de manifiesto las graves consecuencias que se producen en un feto con la ingestión de etanol, sobre todo en las primeras semanas de gestación", señaló Porteros.
El gran problema de este tipo de alteraciones por alcohol es que ocurren en las primeras semanas del embarazo, nada más producirse la fecundación, cuando la mujer en la mayoría de los casos desconoce su estado, por lo que puede ingerir sin ser consciente de las repercusiones.
El síndrome alcohólico fetal es un trastorno conocido entre la sociedad y los expertos, aunque los investigadores españoles destacaron que cada vez tiene más prevalencia en las sociedades occidentales y en la actualidad se registra un caso de cada 700 nacimientos en Europa y el mismo porcentaje en Estados Unidos.
Este síndrome conlleva distintas anomalías en el feto, como cardiopatías y alteraciones en el sistema cardiovascular y en el normal desarrollo del sistema nervioso, incidiendo en el cerebro.
La ingestión continuada de alcohol puede tener en algunos casos efectos tan graves que provocan un retraso mental total y en muchas ocasiones se produce una ciclopatía en el niño, destacó Porteros.
Pese a la alta prevalencia actual de estos transtornos y las campañas de prevención, la tendencia es a crecer, pues la mujer ha entrado en hábitos que antes eran masculinos, como salir a tomar copas, comentó el científico.
Por el momento, no existe un estudio que evalúe la dosis exacta de alcohol que provoca alteraciones, que diga el tiempo de mantenimiento del etanol en la sangre y cuánto tarda en llegar al feto porque los trabajos hechos hasta ahora se han centrado en consumidoras más o menos habituales y "depende mucho del sistema hepático de cada mujer", señaló.
Los resultados del estudio indican que los genes que controlan la separación ocular y la base del encéfalo sufren alteraciones con la ingesta de alcohol y ahora se trata de comprobar cómo la vía visual afectada es alterada por el etanol. EFE
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