Berlín, 22 may (EFE).- La opositora Unión Cristianodemócrata (CDU) logró hoy una victoria histórica en el estado de Renania del Norte Westfalia, tras 39 años de dominio de Partido Socialdemócrata (SPD), y convirtió así los comicios regionales en catapulta para las próximas elecciones legislativas.
El candidato conservador, Jürgen Rüttgers, logró ampliamente el objetivo de imponerse en los comicios renanos, al lograr un 45,2 por ciento de los votos, frente al 37,1 por ciento del SPD, según resultados aún provisionales, que podrían variar algún decimal.
La CDU podrá gobernar apuntalada en su socio natural, el Partido Liberal (FDP), que obtuvo el 6,3 por ciento, mientras que los Verdes, hasta ahora socio minoritario del SPD, se quedaron en el 6 por ciento y pierden la condición de gubernamental.
Los resultados de hoy en las regionales renanas son casi al milímetro los contrarios de los anteriores comicios, en 2000, en los que el SPD obtuvo el 42,8 por ciento, la CDU el 37 por ciento, los Verdes un 7,1 por ciento y el FDP el 9,8.
La presidenta de la CDU, Angela Merkel, se apresuró a calificar de "victoria histórica" ese resultado y vaticinó que al derrumbe regional de la coalición roji-verde seguirá su fin a escala federal.
Los electores renanos lanzaron un claro mandato a la CDU, afirmó Merkel, y se pronunciaron por una política "sensata", que "cree empleo e impulse el crecimiento económico".
La receta de la "sensatez" volverá también a escala federal, siguió Merkel, quien pronosticó el fin "de la coalición roji-verde" también en Berlín.
Renania del Norte-Wetsfalia ha demostrado que los ataques al capitalismo del presidente del SPD, Franz Müntefering, no han beneficiado a la formación del canciller Gerhard Schroeder.
"Hay que dar preferencia al empleo. La creación de empleo es lo social", no a los ataques a la industria, dijo Merkel.
La jefa de los conservadores hizo este pronunciamiento pensando en las legislativas, originariamente previstas para 2006. Sin embargo, la reacción de Berlín a la derrota en el "corazón rojo" de Alemania precipitó los acontecimientos.
El presidente del SPD anunció que pedirá la anticipación de esas generales a este mismo otoño (boreal), tres cuartos de hora después de cerrarse los centros de votación, y sin dar tiempo a las tradicionales "fiestas" en las sedes de los partidos.
Merkel acababa apenas de felicitar a Rüttgers por su "sensacional victoria" en Renania del Norte-Westfalia y el hasta ahora primer ministro regional, Peer Steinbrück, de admitir su derrota, cuando surgió la noticia de la anticipación de las generales.
Los análisis de unos y otros se reorientaron hacia esa nueva realidad inmediata de unos comicios legislativos.
Los resultados renanos no fueron, en sí, una sorpresa, sino que confirmaron los sondeos, que vaticinaban la derrota del SPD por entre siete y diez puntos.
También la opinión generalizada de que una victoria de la CDU reforzaría las aspiraciones de Merkel de ser designada candidata a la cancillería por las filas conservadoras.
La decisión del SPD forzarán el ritmo de esa designación y, además, han eclipsado algo los efectos de la amarga derrota en Renania.
Lo cierto es que Steinbrück, no logró retener el último bastión tradicional, el denominado "corazón rojo" de Alemania por su fuerte vinculación a los trabajadores de la minería y la siderurgia germanas. Los Verdes han perdido su puesto en el último land donde formaban parte del gobierno.
La participación fue algo más elevada que en los comicios de 2000, y poco antes del cierre de los colegios electorales había alcanzado el 60,51 por ciento frente a 54,31 de ese año, por lo que a los roji-verdes ni siquiera les quedó el flaco recurso de atribuir la derrota a la falta de movilización.
Steinbrück era, según las encuestas pre-electorales, más popular que el aspirante conservador. Es decir, tampoco pudo atribuirse a una eventual simpatía personal la victoria de Rüttgers.
gc/ih/jar