México, 18 jun (EFE).- Con el estreno de la cinta "Más rápido y más furioso" comenzaron a proliferar en México las carreras clandestinas de autos, o "arrancones", que ya se han cobrado una vida en un enfrentamiento a tiros con la policía.
La cinta del director estadounidense John Singleton se ha convertido en un éxito inmediato en este país, al lograr recaudar desde el pasado fin de semana 19 millones de pesos (1,8 millones de dólares), lo que la coloca como la más vista de las últimas estrenadas, informó la distribuidora.
Universal señaló que con estos resultados, la cinta es la mejor de las que ha producido desde el estreno de "Jurassic Park 3".
La llegada de la película sobre el automovilismo ha sembrado la polémica entre los jóvenes, que demandan espacios para realizar sus carreras sin peligro, y las autoridades, partidarias de castigos ejemplares.
Por ello el secretario de Seguridad Pública capitalino, Marcelo Ebrard, ha propuesto un castigo más severo y el retiro de la licencia de manejo para quienes sean sorprendidos en los "arrancones", pues esta actividad se asocia con otros delitos.
La afición por las carreras de autos tiene muchos seguidores, como demostró que un grupo de automovilistas que formó el sábado una caravana en apoyo publicitario para el estreno de este filme, convocó a más de dos centenares de vehículos.
Los medios locales han recogido las opiniones de los que participan en los "arrancones", quienes se muestran dispuestos a continuar con esta actividad clandestina.
La capital mexicana carece de espacios liberados para realizar esta actividad, por lo que los jóvenes se desplazan hasta ciudades como Toluca y Pachuca a disfrutar allí de la velocidad.
El protagonista de "Más rápido y más furioso", Paul Walker, declaró el mes pasado en México que gozar de la velocidad al hacer la película le descubrió el deporte de las carreras de autos, por lo que se ha comprado un coche de carreras y ahora también se dedica a competir. EFE
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