Barcelona (España), 5 nov (EFE).- El líder de la independentista Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod-Rovira, ha redoblado su apuesta por el tripartito y regresará a la Generalitat (gobierno autonómico catalán), aunque previsiblemente como vicepresidente en lugar de como conseller en cap (primer consejero), cargo que tuvo que abandonar prematuramente en 2004 tras entrevistarse con miembros de la banda terrorista ETA.
Carod, que ya pronosticó que su partido volvería a tener la "llave" de la gobernabilidad tras el 1-N, ha vuelto a tener la opción de elegir entre los nacionalistas moderados de CiU y los socialistas del PSC y de nuevo ha apostado por un gobierno de izquierdas.
Un día después de la entrevista entre Artur Mas y Josep Lluís Carod-Rovira, en la que el líder de ERC dejó abierta la puerta a un gobierno CiU-ERC, hoy se han sucedido los contactos entre los líderes de PSC, ERC e ICV, que han pactado reeditar el tripartito.
Carod-Rovira nació en Cambrils de Mar (Tarragona) el 17 de mayo de 1952, está casado y tiene tres hijos. Es licenciado en Filología Catalana por la Universidad de Barcelona y ejerció como profesor en la Escuela Universitaria de Tarragona entre 1976 y 1982.
Ingresó luego en la Administración de la Generalitat, donde fue técnico superior en Planificación Lingüística hasta 1988 y jefe de los Servicios Territoriales de Cultura en Tarragona (1982-1984).
Su trayectoria política se inició en 1970 como militante del Partit Socialista d'Alliberament Nacional (PSAN), partido en el que permaneció hasta 1977.
En dicho período participó activamente en la lucha contra el franquismo y fue detenido y encarcelado en el año 1973 por formar parte de la comisión permanente de la Asamblea de Cataluña.
Militó también en Nacionalistes d'Esquerra entre 1980 y 1986 y un año más tarde (1987) ingresó en ERC. Ya dentro de esta formación, fue elegido diputado en el Parlament en 1988 y ha ido renovando su escaño hasta ahora.
El 24 de noviembre de 1996 fue elegido secretario general de ERC en su XXI Congreso, lo que posibilitó pilotar desde entonces el rumbo de su partido, una tarea que no parecía nada fácil a juzgar por las rivalidades internas que existían antes de la escisión protagonizada por su anterior líder, Angel Colom.
Pero Carod-Rovira hizo frente al reto y, en colaboración con otros dirigentes como Joan Puigcercós, ha cohesionado internamente a Esquerra, además de proyectarla políticamente hacia la sociedad catalana, donde ocupa un espacio propio y distinto al de CiU y PSC.
Según él, ERC ha dejado de ser un partido ideológico y ha construido un discurso con carácter social, pero los objetivos de la autodeterminación e independencia han vuelto a situarse en primer plano, después de dar por "fracasada" la vía estatutaria para lograr mayor soberanía.
El líder de Esquerra, que es miembro de una "colla castellera" en su tiempo libre y que presume de su condición ajena al "establishment" de la clase política tradicional, rechaza la "Cataluña dual" de CiU y el PSC, y apuesta por una vía propia en la que confluyan objetivos nacionalistas con políticas socialmente de izquierdas.
Factores como su propia salida del ejecutivo -tras su entrevista con dirigentes de ETA-, las frecuentes discrepancias con el PSC en temas del "día a día" de la gestión de gobierno y, sobre todo, la expulsión de los consellers republicanos por mantener el 'no' al Estatut de Autonomía aprobado en Madrid, hacían muy difícil la reedición de un tripartito con José Montilla como candidato a la presidencia.
Sin embargo, Carod-Rovira, que en esta campaña también había mantenido su equidistancia entre PSC y CiU, ha optado por dar una segunda oportunidad al tripartito.EFE
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