Bogotá, 2 abr (EFE).- El cardenal colombiano monseñor Darío Castrillón, prefecto de la Congregación para el Clero, dijo hoy que el fallecimiento del Papa Juan Pablo II es un momento de dolor porque "murió un padre bueno".
El declaraciones en la ciudad colombiana de Pereira, monseñor Castrillón, de 75 años de edad, agregó que al igual que todo el pueblo católico, "tenemos el dolor de que el Vicario de Cristo acaba de fallecer".
Confió que Jesús dará luces para que los cardenales escojan a un hombre que pueda interpretar "el pensamiento de Cristo".
El cardenal recordó que Juan Pablo II siguió con especial atención los diferentes sucesos ocurridos en Colombia, en especial los relacionados con la violencia.
"El Papa siguió los dolores de Colombia. El Papa iluminó y dijo palabras para iluminar los destinos de Colombia desde el punto de vista de la fe católica, que es mayoritaria y respetada por todos", expresó Castrillón.
El prelado llamó a un momento de reflexión a los guerrilleros, los paramilitares y las organizaciones delictivas organizadas para recapacitar y poder "estrecharnos en un abrazo de huérfanos".
Por su parte, el cardenal primado de Colombia, Pedro Rubiano, dijo desde Roma que Juan Pablo II fue "gran Pontífice" y pidió estar "todos unidos en la oración".
Mientras tanto, monseñor Augusto Castro, obispo de Tunja, capital del departamento de Boyacá (centro), dijo a periodistas que la noticia del fallecimiento de Juan Pablo II la recibió con tristeza porque se ha perdido "un pastor maravillo, a un Papa que ha dejado una huella profunda en la historia del mundo".
Agregó que ahora no queda sino pedir que el Señor "siga iluminando los caminos de la Iglesia para que el próximo Papa siga esa ruta trazada por Juan Pablo II".EFE
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