Por Carmen Jiménez
Panamá, 25 nov (ACAN-EFE).- La candidatura del ex presidente de El Salvador Francisco Flores a la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha dividido a Centroamérica.
Pese a que el presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, asegura que Flores es el candidato elegido, por mayoría, por los gobiernos de Centroamérica, Honduras insiste en que no reconoce su candidatura porque no fue elegido por unanimidad en el seno de la comunidad centroamericana.
Aunque Saca ha anunciado que las cancillerías centroamericanas iniciarán una "ofensiva" para promover la candidatura de Flores en el resto de los Estados miembros de la OEA, Honduras ha reiterado que todavía no hay consenso en Centroamérica en torno al candidato de la región.
El presidente hondureño, Ricardo Maduro, remarcó que su país continuará apoyando a su candidato, el ex canciller Carlos López Contreras.
Tras la renuncia a la Secretaría de la OEA del ex presidente costarricense Miguel Angel Rodríguez, el pasado octubre, por denuncias de corrupción en su país, las diplomacias de Centroamérica se pusieron en marcha para designar un candidato regional.
Inmediatamente después de conocerse la renuncia de Rodríguez, Saca reivindicó que el cargo debería volver a recaer en un centroamericano, ya que el ex presidente de Costa Rica fue el primer representante de Centroamérica en alcanzar el puesto.
Para ello, los presidentes centroamericanos acordaron elegir un candidato único, por consenso, pero la candidatura de Flores no logró el consenso en la reunión de mandatarios centroamericanos celebrada el pasado viernes en el marco de la XIV Cumbre Iberoamericana en San José.
Aunque Maduro argumenta que su oposición a Flores radica en el hecho de que no fue elegido por consenso, fuentes diplomáticas panameñas consultadas por ACAN-EFE aseguraron que el trasfondo es el tema limítrofe entre Honduras y El Salvador.
En Honduras, la opinión de diversos sectores, incluidos ex cancilleres, es de que no se apoye la candidatura de Flores, porque cuando fue presidente de El Salvador entre 1999 y 2004 demoró el proceso de demarcación de la frontera común entre los dos países, que fue delimitada en 1992 por la Corte Internacional de Justicia.
Además, en un editorial, el diario hondureño "El Heraldo" afirmó el pasado lunes que desde el punto de vista de "los intereses latinoamericanos también existen sobrados motivos para no apoyar al ex presidente salvadoreño, ya que en su mandato exhibió una absoluta sumisión a los intereses estadounidenses, como cuando en contra de la voluntad de su pueblo envió soldados a Irak".
La cercanía de Flores a Washington también fue resaltada por el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, quien afirmó recientemente que el ex presidente salvadoreño "representa la postura de EEUU" y otros países tienen "otra visión".
El Salvador es el único país de Latinoamérica que mantiene tropas en Irak.
Pero además de la oposición de Honduras, Venezuela adelantó el pasado octubre su veto a Flores por haber expresado su apoyo al empresario Pedro Carmona, quien en abril de 2002 se autoproclamó sucesor del presidente Hugo Chávez, quien fue derrocado durante dos días tras un golpe de Estado.
Aunque la postura de la XVI cumbre presidencial del Grupo de Río celebrada en abril de 2002 en Costa Rica fue condenar "la interrupción del orden constitucional" e instar a que la crisis se resolviera en el marco de la Carta Democrática Interamericana, el entonces presidente de El Salvador, Francisco Flores, dio un voto de confianza al gobierno de Carmona.
En El Salvador, la candidatura de Flores también cuenta con el rechazo de organismos de defensa de los derechos humanos salvadoreños y del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el principal partido de oposición salvadoreño, que ayer, miércoles, lo acusó de supuestos actos de corrupción.
El FMLN argumenta que Flores ha violado la carta de la OEA al apoyar el efímero gobierno de Carmona. ACAN-EFE
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