Le Bourget (Francia), 28 nov (EFE).- Nicolas Sarkozy asumió hoy las riendas del partido conservador en el poder en Francia (UMP), en un congreso de "entronización" que culmina una batalla con los chiraquianos y abre otra en la carrera presidencial para 2007.
En un discurso de casi una hora, repetidamente interrumpido por los aplausos de unos 40.000 enfervorizados militantes de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el "enfant terrible" de la derecha francesa prometió que "las cosas van a cambiar" y trazó su proyecto de corte liberal para Francia que, dijo, "espera" ese cambio.
El flamante presidente de la UMP, elegido con el 85,1 por ciento de los votos, multiplicó, al mismo tiempo, los llamamientos a la unión en ese partido creado en 2002 para ser la "máquina de guerra" del actual jefe de Estado, Jacques Chirac, y de su delfín, Alain Juppé, quien dimitió en julio pasado tras una condena judicial.
En el congreso, bautizado el "Sarko-show" por sus aires de convención estadounidense, intervinieron varios fieles chiraquianos. Fue clausurado por el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, a cuya derecha estuvo sentada la esposa de Chirac, Bernadette.
Sarkozy, de 49 años y que mañana, lunes, dimitirá como número dos del Gobierno y titular de Economía y Finanzas -fue la condición fijada por Chirac para apoyar su paso al frente de la UMP-, leyó un mensaje de "calurosa" felicitación del jefe de Estado y dio las gracias a la Primera Dama.
También saludó al ausente Juppé -que este miércoles conocerá el veredicto del Tribunal de Apelación-, y envió señales de apaciguamiento al jefe de Estado y rival pidiendo "unidad" a los militantes para "hacer del quinquenio de Jacques Chirac un éxito".
"No se construye sobre escombros y menos aún sobre ruinas (...) El fracaso de unos nunca permitió el éxito de otros. Llegado el momento, nos uniremos para apoyar en las Presidenciales de 2007 al que mejor sabrá unirnos. Sea quien sea, tendrá mi apoyo leal y total", subrayó.
Sarkozy dejó traslucir sus ambiciones presidenciales en su discurso, al hablar del "gran proyecto" que tiene para "la Francia del siglo XXI y para todos los franceses".
Chirac, que mañana cumple 72 años, no ha dicho si aspirará a un tercer mandato en 2007.
Sarkozy, que quiere seguir siendo un hombre "libre", aseguró que ayudará al Gobierno de Raffarin a continuar su acción "reformista", pero dejó claro que no será un apoyo a ciegas: "respaldaremos al Gobierno porque nos escuchará. Nos escuchará porque lo respaldaremos".
En su respuesta, llena de referencias a la "lealtad" y a "nuestro presidente Jacques Chirac", Raffarin le respondió que "el Gobierno deberá escuchar pero también decidir (...) El apoyo es recíproco".
Recordó a quien fue su ministro de Interior durante casi dos años antes de pasar a Economía que "en política el interés general se impone al particular" y que "la libre expresión no debe conducir a divisiones, ni la diferencia puede nutrir la desunión".
Tras señalar que "por una vez el virus de la división está enfrente", en alusión a las divisiones en el Partido Socialista sobre la Constitución europea, abogó por que este congreso actúe "como vacuna contra la división" en las filas de la derecha.
Entre tanto llamamiento a la unión para un partido que, tras su victoria aplastante en las Legislativas de 2002, sufrió derrotas humillantes en las Regionales, Cantonales y Europeas de este año, hubo alusiones a las disputas que sembraron el camino del político más popular de la derecha hasta la cabeza de la UMP y que auguran enfrentamientos de aquí a 2007.
"No ignoro que se me reservan más que nunca los ataques más duros. Conozco la dificultad de los desafíos que me aguardan", pero "estoy preparado como nunca sin duda lo he estado", afirmó Sarkozy.
Además de prometer cambiar el funcionamiento del partido, con "transparencia" y democratización, trazó a grandes rasgos su proyecto para Francia cuya política debe ser renovada para "recuperar la confianza" de los ciudadanos.
"El statu quo es nuestro adversario", afirmó Sarkozy.
Dijo que quiere devolver a los franceses el gusto por el "éxito" y que renazcan los valores "esenciales" de la República: el "respeto", el "trabajo" y "la patria".
Para empezar lo que llamó "la nueva, hermosa y gran historia que se construye desde hoy", recibió, en un vídeo, mensajes de apoyo y buenos deseos de figuras francesas y extranjeras, entre ellas el ex jefe del Gobierno español José María Aznar. EFE
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