Washington, 17 feb (EFE).- La presidenta de Letonia, Vaira Vike-Freiberga, manifestó hoy su apoyo a la política de Estados Unidos hacia Irak y trató de restar importancia al desacuerdo entre Washington y muchos de los países europeos.
Vike-Freiberga se reunió hoy con el presidente estadounidense, George W. Bush, en la Casa Blanca, en una jornada de casi nula actividad política en Washington debido a que es un día festivo y a la histórica nevada que cayó en la capital del país.
A su salida de la Casa Blanca, la Presidenta letona intentó rebajar el alcance de las diferencias entre EEUU y muchos de los países europeos, al decir que "no hay desacuerdos importantes sobre los objetivos a lograr" en Irak.
"El desacuerdo en realidad es sobre el calendario y los criterios de cómo comprobar" si Irak no cumple lo ordenado por las Naciones Unidas, añadió.
Letonia es uno de los diez países europeos que se sumó a la declaración emitida a finales de enero pasado en respaldo de la política de Estados Unidos respecto a Irak.
Vike-Freiberga retomó los argumentos de Washington y aseguró que "el tiempo se está acabando y creo que veremos acontecimientos en cuestión de semanas".
Por su parte, Bush destacó el respaldo de Letonia y recordó que ese país báltico, futuro socio de la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), es miembro de la "coalición de países dispuestos" a desarmar a Sadam Husein.
Mientras prosigue el despliegue militar del Pentágono, que prevé tener algo más de 200.000 soldados en la región del Golfo Pérsico para comienzos de marzo, Bush continuará esta semana sus contactos diplomáticos.
El Presidente de EEUU se reunirá este miércoles con el secretario general de la OTAN, George Robertson, y el próximo sábado lo hará con el presidente del Gobierno español, José María Aznar, en su rancho de Crawford (Texas).
Mientras tanto, Washington y Londres trabajan sobre el borrador de una segunda resolución para el Consejo de Seguridad de la ONU que autorice expresamente el uso de la fuerza, según indicaron fuentes diplomáticas.
El objetivo de EEUU y el Reino Unido sería lograr el apoyo de los países latinoamericanos y africanos del Consejo.
El presidente francés, Jacques Chirac, ya ha avisado de que su Gobierno se opondrá a una segunda resolución de ese tipo, y Francia tiene derecho de veto en el Consejo de Seguridad.
"Creemos que en estos momentos no es necesario contar con una segunda resolución de Naciones Unidas, a la que Francia sólo podría oponerse", declaró Chirac en Bruselas a su llegada a la cumbre extraordinaria de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE sobre la crisis con Irak. EFE
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