Cartagena (Colombia). George W. Bush llega hoy a suelo colombiano para una visita de unas pocas horas con la que quiere recalcar su apoyo al presidente de Colombia, Alvaro Uribe, y a su política de lucha contra el terrorismo y el narcotráfico.
El presidente de Estados Unidos cerrará en la ciudad caribeña una breve gira por Latinoamérica, en la que trata de mostrar que no ha perdido el interés por la región y busca mejorar la relaciones de EEUU, después de las tensiones que creó la guerra de Iraq.
Bush dijo, durante su conferencia de prensa del domingo con el presidente chileno, Ricardo Lagos, que aunque esa guerra fue impopular en muchos lugares, incluida Latinamérica, él tomó "la decisión correcta" a la hora de decidir la invasión de Iraq, "y la historia lo probará".
Durante su breve estancia de poco más de cuatro horas en Colombia, Bush se reunirá con Uribe, en un gesto más que simbólico para mostrar su respaldo a la política del Gobierno de Bogotá de lucha contra los que denomina "narcoterroristas".
En este sentido, Bush apoyará la entrada en vigor de la segunda fase del "Plan Colombia", prevista para el año próximo, y para el que EEUU está dispuesto a continuar su ayuda a Bogotá.
Debido a este apoyo contra narcotraficantes y guerrilleros, Colombia es actualmente el tercer receptor de ayuda exterior estadounidense, después de Israel y Egipto.
Además, ambos mandatarios estudiarán la marcha de las negociaciones que Washington mantiene con tres países andinos (Colombia, Perú y Ecuador) para un Tratado de Libre Comercio.
En Colombia hay preocupación acerca del proteccionismo que EEUU quiere mantener para su agricultura -igual que hizo en los TLC firmados con América Central y República Dominicana o con Australia- y Bush tiene la ocasión de tratar de despejar inquietudes.
Si lo consigue, podría ayudar a la marcha de la sexta ronda de negociaciones sobre ese TLC, que comenzará la próxima semana en Tucson (EEUU). Los países negociadores esperan poder firmar el tratado en febrero del próximo año.
Bush llega a Cartagena procedente de la cumbre de la APEC de Santiago de Chile, donde, además de ocuparse de cuestiones como los programas nucleares de Corea del Norte e Irán y de la promoción del comercio, también dedicó un apartado a Latinoamérica.
Con el presidente mexicano, Vicente Fox, Bush renovó su compromiso de urgir al Congreso de Washington para que apruebe su plan de trabajadores temporales, en el que basa su tímida reforma migratoria.
Esa reforma es muy importante para buena parte de América Latina, aunque especialmente para México, país del que procede la mayoría de los inmigrantes que recibe EEUU, tanto legales como indocumentados (de los que se calcula que hay hasta cinco millones en suelo estadounidense).
Bush prometió el domingo que está dispuesto a gastar parte del capital político que ganó en las elecciones en la aprobación de este plan, aunque volvió a asegurar que su proyecto no implica una amnistía migratoria.
Y con Chile, Bush demostró una vez más que ha dejado atrás las diferencias que hubo entre ambos países debido a la guerra de Iraq.
La conferencia de prensa de Lagos y Bush estuvo llena de elogios y halagos por ambas partes.
Entre sonrisas, el inquilino de la Casa Blanca dijo que "Lagos no estuvo de acuerdo con mi decisión (de invadir Iraq) y lo respeto. El todavía es mi amigo".
Lagos, por su parte, destacó que ambos países tienen en manos "una agenda madura: la mayor parte de las veces estaremos de acuerdo, y a veces no".
Ninguno de los dos presidentes mencionó los incidentes que protagonizaron sus respectivos servicios de seguridad.
Esos malentendidos -en uno de ellos el propio Bush tuvo que ir a "rescatar" a su jefe de seguridad de un forcejeo, ya que no se le permitía el acceso a la cena de líderes- hicieron que se suspendiera la cena oficial del domingo en el Palacio de la Moneda, con más de 200 invitados, que fue sustituida por una cena de trabajo.
Cartagena está muy acostumbrada a las medidas de seguridad, por lo que no es probable que se repitan esos incidentes.
Tras su breve paso por Cartagena, Bush volverá en la noche de hoy a su rancho de Crawford (Texas), donde el miércoles continuará con sus tareas diplomáticas en el almuerzo privado que ofrecerá a los Reyes de España.