Washington, 17 jul (EFE).- El presidente de EEUU, George W. Bush, bajo presión del Congreso para que nombre pronto al nuevo director de la criticada CIA, podría postergar esa decisión para después de las elecciones, según fuentes del Congreso y del Gobierno.
Mientras tanto, en la Casa Blanca continúa la tarea de buscar al candidato idóneo que restablezca la imagen de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) como una institución responsable y seria del espionaje estadounidense, tras su fiasco en Irak.
Su director, George Tenet, dejó ese cargo la semana pasada en medio de duras críticas a sus informes sobre la existencia en Irak de armas de destrucción masiva, que hasta hoy no han sido halladas.
La supuesta existencia de esas armas fueron el principal argumento de Bush para invadir Irak en marzo de 2003, aunque ahora el presidente afirma que lo importante es que ya no está más en el poder Sadam Husein, el derrocado gobernante iraquí que la Casa Blanca veía como un peligro para la seguridad de EEUU.
Fuentes cercanas a la búsqueda del candidato a próximo director de la CIA informaron este fin de semana de que se quiere nombrar a una persona que pase sin mayores problemas el escrutinio del Senado, especialmente en un año electoral como el actual.
La CIA ha recibido una oleada de críticas en el Congreso, tanto de demócratas como de republicanos, por sus meteduras de pata previas a la invasión de Irak.
La administración del presidente Bush ha sostenido en las últimas cuatro semanas, desde que el 3 de junio anunciara Tenet su dimisión que concretó la semana pasada, que pronto habrá un nuevo director.
Las presiones del Congreso se han acentuado particularmente bajo el temor de que la CIA pueda estar bajo una dirección interina en caso de que los terroristas intenten perturbar el desarrollo de las elecciones del 2 de noviembre próximo.
En los medios del Gobierno se barajan los nombres de influyentes legisladores republicanos para ese cargo, pero también se mencionan a demócratas como John Rockefeller IV, de Virginia Occidental.
Uno de los favoritos, según fuentes legislativas y del entorno de Bush, es el republicano por Florida, Porter Goss, ex miembro de la CIA, que preside el comité selecto de inteligencia de la Cámara de Representantes.
Legisladores de los dos grandes partidos -demócrata y republicano-, están impulsando en la actualidad una reforma de los servicios de espionaje para convertirlos en más eficaces.
Incluso han llegado a hablar de la formación de una institución única que centralice todas las actividades de inteligencia, una idea que al parecer tiene la oposición del Pentágono.
El diario "The Washington Post" informa hoy, sábado, de que los demócratas amenazan con convertir las audiencias de confirmación de Goss, o de cualquier otro nombrado como director de la CIA, en una revisión de las actividades del Gobierno de Bush antes de la guerra en Irak.
Sobre las gestiones para nombrar al nuevo director de la CIA, el portavoz del presidente Bush, Scott McClellan, se ha limitado a indicar que tendrá lugar "en su debido momento".
En medio de las especulaciones y las presiones, fuentes de la Casa Blanca, siempre hablando con la condición del anonimato, han mencionado como un candidato viable a John McLaughlin, el subdirector de esa institución de inteligencia que asumió interinamente, este lunes, la conducción de la Agencia.
La Consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, aseguró a la cadena de televisión CNN que Bush está buscando como director de la CIA a alguien que pueda impulsar reformas en la comunidad del espionaje.
Se prevé que esas reformas serán recomendadas a finales de julio por la comisión investigadora de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
También el comité de inteligencia del Senado celebrará audiencias la semana próxima para debatir sobre una total reforma de los servicios de espionaje, en las que se espera que una vez más se critique la actuación de la CIA en Irak. EFE
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