En los últimos siete meses, han nacido incluso dos Cleopatras, aunque un solo César, en este país tradicionalmente conservador a la hora de elegir los nombres de sus descendientes.
Mientras que 17 Julietas solo pueden contar con un único Romeo, la fallecida Diana de Gales inspiró a los padres de 75 niñas, en tanto que dos varones fueron bautizados como Elvis y una niña, como Madonna.
"Ahora que Bulgaria se abre más al mundo, los jóvenes se deshacen de la tradición patriarcal que consistía en dar a sus hijos los nombres de sus abuelos, y optan por nombres extranjeros en vistas a una integración potencial del hijo" en un tercer país, afirmó a la prensa la socióloga Mira Yanova.
Sin embargo, no todos están contentos en este país que, durante la existencia de un mandato comunista, se convirtió en unanación sumamente conservadora, recordaron los expertos.
Algunas de las madres siguen apostados por los "Dimitris", las "Nadias" y otros nombres propios que si forman parte de la idiosincrasia búlgara.