La polémica conductora de televisión Laura Bozzo aseguró el miércoles que si escucha la voz del prófugo presidente peruano Alberto Fujimori, a quien apoyó públicamente durante su gobierno, tendrían que "sedarla por la rabia que sentiría".
Bozzo, quien antes lo consideraba su "amigo", ahora está decepcionada de Fujimori, cuya década de poder terminó en el 2000 al destaparse el mayor escándalo de corrupción de Perú, detonado por su jefe de espías, Vladimiro Montesinos.
"No quiero saber absolutamente nada de ese señor", dijo Bozzo en referencia a Fujimori, en una entrevista con Reuters en el set donde graba su programa y vive desde hace 16 meses en arresto domiciliario, mientras la justicia investiga si ella recibió o no dinero del ahora preso Montesinos.
Decepción
"Qué gran y terrible decepción ha sido (Fujimori) para mí", agregó la abogada Bozzo, sin maquillaje y con una expresión de molestia contra el exmandatario, quien vive prófugo en Japón desde fines del 2000, mientras Perú espera extraditarlo por crímenes contra la humanidad durante su prolongado gobierno.
La conductora del popular talk show Laura que transmite Telemundo en varios países de Latinoamérica con escándalos y tragedias cotidianas, fue acusada en julio del año pasado de recibir $3 millones de Montesinos, quien fue la mano derecha de Fujimori y amigo de Bozzo. Ella lo niega todo.
Bozzo asegura que nunca recibió dinero para financiar su fundación de apoyo a mujeres ni le pagaron para apoyar la reelección de Fujimori. También niega que Montesinos le haya regalado un collar de diamantes, como reseñaron los diarios locales.
"No hay una investigación, sino un aparato orquestado que ya tiene una sentencia. Siento que hay una venganza en mi contra. No les interesa escuchar la verdad", añadió.
No obstante, Laura reconoció que el "peor error" de su vida fue haber permitido que "se use mi voz que llega a la gente para beneficiar a algún político".
Y es que Bozzo dedicó algunos de sus programas e hizo algunos especiales para destacar los su puestos éxitos del gobierno de Fujimori derrotando la subversión y la pobreza.
"El haber creído en Fujimori y haber defendido algunas cosas de su gobierno no significa que au tomáticamente me manche y sea una delincuente", aseguró con un cigarrillo en la mano.
Pero las investigaciones periodísticas la acusan de haber fabricado con Montesinos "cortinas de humo" y campañas psicosociales para distraer a los peruanos con sus planes.