
LA PAZ (AFP) Bolivia reforzará con apoyo de Brasil y Perú la triple frontera, en un esfuerzo por detener las luchas entre mafias del narcotráfico que operan en la ciudad boliviana de Cobija y que en lo que va del año se han cobrado una docena de muertes.
Cobija, en el extremo norte boliviano, en la jurisdicción del departamento Pando, es considerado por las autoridades un punto de tránsito de la droga peruana hacia Brasil.
Ante la violencia desatada en esa región, las autoridades bolivianas anunciaron el próximo desplazamiento de un centenar de policías que reforzará a otro contingente de 200 uniformados que habitualmente está asentado en Cobija.
El ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, anunció en una reciente visita a La Paz "un aumento grande de los efectivos de la Policía Federal (hacia la frontera boliviana), que es una gestión de seguridad".
La convulsionada zona, en la que en los últimos 10 meses murieron 30 personas en vendettas del narcotráfico, será reforzada también por Perú, según un acuerdo alcanzado esta semana en Lima entre los ministros del Interior peruano, Luis Alva Castro, y su homólogo boliviano, Alfredo Rada.
Alva Castro "se comprometió a realizar reforzamiento fronterizo, para evitar la proliferación de la delincuencia", según un comunicado del Ministerio de Gobierno (Interior) de Bolivia.
Ante la gravedad de la situación, las autoridades de ambos países acordaron que una Comisión Binacional de Lucha Contra el Narcotráfico, se reunirá en Lima el 5 y 6 de junio para abordar acciones de control de fronteras al tráfico ilícito de drogas.
Preocupado por la explosión de violencia en esa otrora apacible región agropecuaria, el comandante policial de Pando, coronel Oscar Nina, planteó la necesidad de "cerrar la frontera con Perú (por donde ingresa la droga en tránsito a Brasil)" y efectuar un control riguroso para impedir el trasiego.
Con el cierre temporal de la frontera peruano-boliviana "no existirán estas organizaciones de narcotraficantes ni matones a sueldo", dijo Nina al diario El Deber.
Nina, quien envía a su pequeña hija al colegio con fuerte resguardo, teme por su vida y de su familia, según declaró al diario La Razón.
Las condiciones de inseguridad motivaron a dos legisladores oriundos del lugar -un oficialista y otro opositor- a plantear la militarización de la zona.
"Yo no podría aseverar todavía que habrá una militarización pero tampoco podemos descartarlo", respondió a periodistas el ministro de Defensa boliviano, Walker San Miguel.
El titular de esa cartera explicó a periodistas que "se trata de temas de seguridad del Estado y cuando el crimen atenta la seguridad, es posible (el desplazamiento militar), hipotéticamente por lo menos".
El comandante de las Fuerzas Armadas, general Luis Trigo, dijo que sus efectivos están en condiciones de colaborar pero "para eso necesitamos una disposición del presidente" Evo Morales.
Jobim, que concluyó en Bolivia una gira continental para propiciar la formación de un Consejo Sudamericano de Defensa, señaló que el tema del narcotráfico está en agenda de ese organismo que podría nacer el viernes en la cumbre de Unasur, en Brasilia.
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