Un dulce beso puede convertirse en un trago muy amargo para la salud, ya que científicos estadounidenses encontraron restos del virus de la hepatitis C en la saliva de personas que sufren la enfermedad.
El hallazgo confirmó que es posible contagiarse con el virus al besar a alguien infectado o al usar su cepillo de dientes, según información divulgada el lunes por la cadena BBC.
Investigadores de la Universidad de Michigan analizaron la saliva de 12 personas con hepatitis C durante 21 días y encontraron restos del virus en 7 de los voluntarios. Sin embargo, ninguno dio positivo todos los días: en promedio se encontró hepatitis C en 7 de los 21 días, lo que indica que el riesgo de contagio es reducido.
"En la mayoría de los casos, la hepatitis C se transmite por el uso de agujas infectadas o por transfusiones de sangre contaminada, pero también es posible el contagio con otros tipos de contacto porque el virus circula por la sangre", explicó el hepatólogo Francisco Hevia Urrutia, miembro de la comisión institucional contra las hepatitis virales, de la Caja Costarricense del Seguro Social.
Las personas con enfermedades de las encías tienen más posibilidad de contagiarse al besar a alguien que padezca la enfermedad.
"Es posible que la persona se rompa las encías al cepillarse los dientes y que eso provoque un sangrado, lo que aumenta el riesgo de contagio", manifestó Urrutia.
También existe una mínima posibilidad de contagio por vía sexual, así como al cortarse o limpiarse las uñas con instrumentos que han estado en contacto con sangre infectada.
Serias consecuencias
La hepatitis C es una inflamación del hígado que puede causar cirrosis o cáncer hepático si no trata a tiempo. El virus se transmite cuando la sangre del portador se introduce en las venas de otra persona.
Cerca de una de cada cinco personas logran eliminar la infección en menos de seis meses. Para el resto, la hepatitis C es una enfermedad crónica que puede durar toda una vida.
En la mayoría de los casos, la enfermedad se diagnostica cuando ya la persona presenta síntomas, tales como cansancio, ictericia piel amarillenta e hinchazón de abdomen por causa de la retención del líquido.
Según Hevia, se estima que el 0,3 por ciento de personas que donan sangre poseen anticuerpos del virus de la hepatitis C; es decir, podrían tener el virus activo en el hígado.
Por tal motivo, actualmente se realizan esfuerzos para mejorar la detección del virus cuando los donadores acuden a los bancos de sangre. Las donaciones se someten a estrictos controles y las trasfusiones se hacen con “sangre segura”.