Salamanca. EFE El pianista cubano y máxima figura de la tendencia latina del jazz Bebo Valdés manifestó en Salamanca su deseo de volver a fusionar sus notas con las flamencas de Diego, El Cigala.
Valdés ofreció una rueda de prensa en Salamanca antes de cerrar con su actuación el ciclo Las Noches del Fonseca de la Universidad del centro de España.
El cubano ofrecer una selección de temas sin letra en un concierto que seráun conjunto de composiciones clásicas y neoclásicas en las que estaráacompañado por el contrabajo de Javier Colina, las tumbadoras de Efraín Porro y las pilas de su hijo Rickard Valdés.
El maestro del jazz latino regresa a Salamanca dos años después de su última visita para poner un broche de lujo a la programación de este ciclo en el que haráun repaso por la música cubano-americana.
Bebo Valdés, que rebosó buen humor en su encuentro con los periodistas, insistió en la sorpresa que le produjo el éxito de ventas de su anterior disco Lágrimas negras , grabado con El Cigala , y dijo que nunca esperó vender más de cien mil copias, cifra que se acerca ya al millón de ejemplares.
El músico dijo en relación a su música que el problema es hacer números y no repetirlos.
Sin embargo, recordó las contribuciones benéficas que ha realizado en ocasiones y avanzó que ahora se piensa hacer otro disco.
Aunque siempre estuvo en contacto con la música española desde los cabarets de Cuba, aseguró que fue su colaboración con El Cigala la que le introdujo en la magia del flamenco, del que antes sabía muy poco, y ahora tampoco sabe mucho.
A pesar de que se declara apolítico, Valdés dejó claro que no regresaráa su Cuba natal mientras no exista un cambio de régimen porque precisó que no cree en los dictadores, ni derechas, ni izquierdas, ninguno es bueno para el pueblo.
En Cuba, argumentó, el que estuvo antes no fue bueno tampoco, pero al menos había otros derechos. "Soy mayor que los que están en el poder, pero con las cosas que he visto en mi vida, no viviré allí jamás, ni acepto a un dictador, ni de derechas, ni de izquierdas", dijo.
A sus casi 87 años, Valdés aseguró que seguirátrabajando hasta que el cuerpo diga basta, ya que poco antes conoció por medio de los periodistas que allí se encontraban la noticia del fallecimiento de Ibrahim Ferrer, quien murió el sábado en La Habana a los 78 años.