El Dream Team, equipo de ensueño que Estados Unidos formó con los super profesionales de la NBA, ganó en su tercera versión y por segunda vez el oro olimpico de Atlanta-96, aunque las grandes diferencias que existian entre los norteamericanos y los demás equipos parecen acortarse.
Una plantilla de doce jugadores, casi sin titulares ni suplentes, hizo suyo el torneo masculino pero a pesar de estar integrada por la flor y nata de aquella poderosa liga no dejó la impresión de espectacularidad del primario equipo que en Barcelona-92 integraron entre otros los bases Michael Jordan y Earvin "Magic" Johnson.
Estados Unidos ganó con su super equipo en el grupo A de clasificación, luego venció en cuartos a Brasil 98-75, más tarde doblegó en semifinales a Australia (101-73) y finalmente a Yugoslavia por 95-69.
Resulta imposible discutir esos triunfos pero los números mandan y estos dicen que el nuevo Dream Team es menos eficaz que los anteriores en muchos rubros.
A modo de ejemplo en 1992 Jordan, Johnson y sus muchachos vencían en promedio con un margen de 43,8 puntos mientras que ahora la diferencia existente es de 35.
Las estadísticas marcan que el nuevo Dream Team pierde más el balón, lo roba menos y si bien consigue un promedio de asistencias superior al quinteto de Toronto-94 los porcentajes del rubro resultan más bajos que los registrados en Barcelona.
Pero más allá de lo números el principal problema de Estados Unidos fue la magia por cuentagotas que desparramaron en Atlanta cuando bien podría exigírsele mayor continuidad a un conjunto formado por figuras como Gary Payton (Seattle Supersonics), Reggie Miller (Indiana) o Scottie Pippen (Chicago Bulls).
La sobrevaluada medalla de plata fue para Yugoslavia que como los norteamericanos culminó invicta dentro del grupo B, venció luego en cuartos a China (128-61) y en semifinales a Lituania (66-58).
Vlade Divac, reciente incorporación de Charlotte, y sus muchachos cumplieron un papel más que destacado en base a dos condiciones indispensables: elevado nivel técnico y gran capacidad de lucha.
Entre sus mejores valores se destacaron el base Aleksandar Djordjevic, el ala pivot Zeljko Rebraka y el escolta Sasha Danilovic (Miami Heat).
Con 30 años y un historial imporante de lesiones el centro Arvudas Sabonis (Portland) así como el base Sarunas Marciulinis (Sacramento) continúan mostrándose como el alma del quinteto, junto con el veterano y efectivo escolta Rimas Kurtinaitis.
El cuarto lugar correspondió a Australia que dió durante todo el campeonato dura pelea a sus rivales de turno.
Los australianos finalizaron en el segundo lugar de la llave B y en cuartos vencieron sorpresivamente a Croacia por 73-71.
Su recorrido hacia las medallas se cortó en semifinales porque tuvo que enfrentar al Dream Team III para caer por 73-101.
De cualquier forma y como ya lo habian hecho en Barcelona-92 presentaron un conjunto sumamente competitivo, de buena estatura y con dos o tres jugadores muy importantes: el play maker Shane Heal, el escolta Andrew Gace y el centro Mark Bradtke.
El quinto lugar de la tabla final de posiciones tocó a Grecia que en cuartos fue eliminada por Lituania de la lucha por las preseas.
Y es que ciertamente el nivel de los griegos --cuartos en el preolimpico regional-- no mejoró desde entonces.
Giorgios Sigalas y el ala pivot Nikos Economou fueron sus mejores exponentes.
Sexto quedó Brasil que cumplió una actuación de mérito dentro de sus posibilidades y donó al torneo la interminable figura de Oscar, goleador una vez más con 219 puntos y plusmarquista olímpico con 1.093 tantos.
Croacia, una de las favoritas a la plata antes de empezar el torneo, fue relegada a un séptimo puesto, que parece poco si se tiene en cuenta que en sus filas militan varios jugadores de la NBA entre los cuales Toni Kukoc (Chicago Bulls y mejor sexto hombre de la liga norteamericana).
Pero Kukoc, lesión mediante, no estuvo a su altura y tampoco Zan Tabak (Toronto Raptors) ni Dino Rajda (Boston Celtics).
El noveno lugar fue para Argentina que pudo haber llegado más lejos en caso de no lesionarse de consideración el pivot Marcelo Nicola (Panatinaikos-Grecia).
Las últimas dos casillas de la tabla final correspondieron respectivamente a Angola y Corea del Sur, los dos equipos más emparentados con las derrotas del lote que participó.