Los Ángeles. La agrupación Backstreet Boys dijo el martes que ha sido víctima de políticas de compra y venta y que trata de recuperar $100 millones por medio de una demanda contra su sello discográfico.
La banda demandó a Zomba Music Group, tras alegar que el sello le prohibió grabar un nuevo álbum debido a la preocupación por una fusión -ya concretada- con el gigante alemán de los medios de comunicación Bertelsmann AG. BERT.UL
Un abogado de la banda juvenil, una de las principales de Zomba, dijo que el grupo busca $75 millones por violación de marca, $5 millones por incumplimiento de un adelanto y al menos $20 millones en daños punitivos en la demanda entablada ante la corte federal de Manhattan.
"Ellos han estado usando la marca de los Backstreet Boys para traspasar tráfico a otros cibersitios", dijo Carla Christofferson, abogada de la banda, quien agregó que el derecho de Zomba de usar la marca está limitado a promover los discos del grupo.
Ejecutivos de Zomba y Bertelsmann declinaron comentar la querella.
La demanda presentada el lunes alega que Zomba había prometido un adelanto $5 millones al grupo, si completaba un cuarto álbum para abril del 2002, con la plena participación de los cinco miembros del grupo.
Pero la demanda indicó que Zomba luego hizo esa fecha tope imposible al retener la aprobación de productores y compositores.
"Ellos estaba ocupados, negociando su pacto con Bertelsmann y no estaban disponibles del todo. Estuvieron reteniendo los derechos de aprobación y la banda no pudo avanzar", dijo Christofferson.
La demanda alega que en vez de lanzar el cuarto álbum, Zomba decidió producir y promover un álbum como solista de uno de los miembros de la banda, Nick Carter.
"Estamos comprometidos con los Backstreet Boys, y protegeremos a nuestro grupo de alguien o todo el que trate de dividirnos", dijo la banda en un boletín.
"Estamos decepcionados de que nuestro sello de mucho tiempo haya intentado irresponsablemente explotar a nuestro grupo.
La banda ha vendido millones de discos